“El beso es la distancia más corta entre tú y yo”, dice la letra de una canción. Y si bien es cierto, también se podría decir que el beso no solo acerca en lo romántico, sino que también en lo erótico.

Sin embargo, la vida, con toda su ironía, nos aleja de esta premisa cuando vemos cómo en muchos casos los besos van desapareciendo en una relación de pareja estable y de años, al punto de reducirse a un piquito con sabor a costumbre y acto reflejo.

A pesar de lo anterior, los besos juegan un rol vital en el mundo erótico. Y no estamos hablando solo de los besos en la boca, sino también de aquellos que se regalan por todo el cuerpo, recorriendo cada centímetro de nuestra piel, considerada como la zona erógena más extensa del ser humano.

Karina López, licenciada en Psicología Clínica, Educadora Sexual Integral y Terapeuta con perspectiva de Género, explica que “los besos tienen una relación directa con el aumento del deseo sexual, la reducción de los niveles de estrés y la liberación de neurotransmisores como endorfinas y oxitocina, que afectan directamente los centros de recompensa relacionados con la dopamina en el cerebro”.

“La boca y los labios son zonas altamente erógenas. Los labios, al ser besados y acariciados, encienden un entramado de neurotransmisores que viajan hasta nuestro cerebro, despertando sensaciones placenteras que dan lugar a un aumento de la producción de oxitocina y de prolactina, lo que tiene un efecto importante en los genitales de la persona”, agrega la especialista.

Entendiendo la importancia de los besos, ¿de qué forma las personas pueden potenciarlos para incrementar el placer, no solo en el sexo sino que en su vida en general?

Jazmín Sepúlveda, jefa de Ventas de Detalle de la tienda Starsex, que este mes está cumpliendo 16 años en el mercado, explica que “el placer no solo reside en los genitales, se extiende por todo nuestro cuerpo. El sexo es o debiese ser una experiencia sensorial que despierta todos tus sentidos, y que va más allá de que si hay o no penetración, o si se llega o no al orgasmo”.

“En esto la cosmética sensual puede ser un gran apoyo. Para que haya placer, es necesario que dejemos de estar pendientes de esta idea exitista del sexo, porque de lo contrario, lo dificulta. Es como un círculo vicioso”, añadió.

Visto el placer desde esta vereda, Jazmín agrega que “los besos son parte importante de esa experiencia exploratoria que es maravillosa, porque no tienen género, es transversal, todos tenemos boca y labios”.

“Además, a través de los besos podemos transitar por un camino muy sano hacia lo erótico, lo sensual. Hacia el autodescubrimiento y el reencuentro con nuestro cuerpo y las sensaciones que nos puede brindar un beso suave, fuerte o también todo el placer que nos puede generar el sexo oral, donde nuestra boca es protagonista”, complementó.

Consejos

Jazmín entregó 5 consejos para potenciar los besos:

Haz un remember con tu pareja de cómo fue el primer beso. Pueden ir al mismo lugar o usar la creatividad para recrear el escenario, las sensaciones, los nervios, la pasión. También puedes sorprenderlo en cualquier momento del día, cuando menos lo espere, con un beso apasionado.

-Exprésate: a todos nos gusta saber que estamos haciendo un buen trabajo. Aumentan nuestras ganas de continuar, nos excita y nos hace sentir sexys. Por eso es importante comunicar cuando un beso te parece delicioso.

-No vayas directo a los genitales: el sexo oral es una práctica sexual que puede ser muy placentera, pero como toda práctica, también requiere de una preparación. Para empezar, lo mejor es comenzar con besos y caricias. Antes de pasar a la acción, puedes iniciar en el cuello, las orejas y los labios. Luego, bajar con lentitud a los pechos y el abdomen, muslo, haciéndolo desear por lo que está por venir. Para darle un efecto más potente a esto, puedes usar gel comestible con sabor y aroma, que puedes aplicar por todo el cuerpo de tu pareja para hacerle un masaje completo.

-Procura que los genitales estén húmedos: para el caso del sexo oral, cuanto más húmedo mejor, así que deja que la saliva o los lubricantes íntimos comestibles favorezcan la humedad en la zona íntima, para que tu lengua se deslice y juegue con mayor movimiento.

-Contacto visual: mirar a los ojos mientras besas a tu pareja te permitirá lograr una conexión de complicidad e interés especial, así como saber lo que está sintiendo. Además, puede ser visualmente muy excitante.