Anna Del Priore es una anciana que nació el mismo año que se hundió el Titanic y es la protagonista de toda una hazaña. A sus casi 108 años venció a dos grandes pandemias que han afectado al mundo: la gripe española y el COVID-19.

La longeva mujer, primero contrajo la influenza que en 1918 mató a aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo. No sucumbió. Y ahora en mayo fue diagnosticada con el nuevo coronavirus. Tampoco cedió.

“Pensé, ‘Dios mío, esto es todo’. Esto la va a derribar”, comentó su nieta Darlene Jasmine, en declaraciones recogidas por el New York Post. Se equivocaba.

Anna sigue moviéndose y bailando siempre que puede en Brighton Gardens, un centro de vida asistida en Middletown, en donde reside. “Ella siempre bailó, siempre amó la música (…) Tan pronto como escucha música, su pie comienza a dar golpes”, dijo su nieta.

La mujer de 66 años dijo que la experiencia de su abuela con la gripe española, probablemente le hizo aumentar su capacidad contra el COVID. Aunque no dudó en calificar este hecho como “un milagro”.

anna del priore
Brighton Gardens of Middletown

“Me siento bien”, dijo Del Priore por su parte. “Doy gracias a Dios estoy viva”, fueron las escuetas palabras de la mujer de 107 años, quien tiene una hermana de 105 años, que también sobrevivió a ambas pandemias.

En constante movimiento

Otro aspecto importante que jugó a favor de la salud de Del Priore es su constante movimiento. Así lo cree Jasmine.

Siempre íbamos caminando en Brooklyn a la tienda de comestibles, a la panadería. Todas las noches preparaba una comida casera desde cero. Toda la comida mediterránea: aceite de oliva, verduras, frutas, frutos secos”, detalló.

Por último, Laura Halle, coordinadora de atención médica de Anna, agregó sobre la anciana que “ha sido realmente increíble ver su viaje. Por el resto de mi vida, podré decir que conocí y amé a alguien que llegó hasta aquí y se mantuvo saludable“, cerró.