Llorar está lejos de ser una respuesta emocional negativa, pues no siempre está asociado a una mala noticia o a la tristeza, sino que también el llanto está presente en momentos de felicidad, el problema viene cuando las lágrimas están relacionadas con una situación de estrés que deberíamos manejar de mejor forma.
A veces lograrlo parece una tarea complicada, pues no es fácil luchar contra las emociones y menos reprimirlas, pero la verdad es que a veces estamos en lugares o posiciones tan complejas que el llanto no es la primera opción para ‘liberarse’.
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Según consignó The New York Times, los motivos por los que lloramos varían a lo largo de la vida. Mientras niños y bebés lo hacen mayormente frente a un dolor físico, después de la adolescencia el desarrollo de la empatía hará que los adultos puedan llorar en reacción al sufrimiento de los demás.
Junto a lo anterior los ojos también se inundan frente a otro tipo de situaciones donde predominan emociones fuertes, tales como una reunión con seres queridos que no ves hace tiempo, la victoria de tu equipo favorito, o una situación conmovedora. No obstante, según explicó el doctor Ad Vingerhoets al mencionado medio, todas las personas lloran por dos razones en concreto: una es la impotencia, y la otra es la separación y pérdida.
Tips para no derramar lágrimas en público
Ya lo habíamos dicho, existen ocasiones en que el llanto podría resultar un tanto incómodo. Por suerte hay métodos para evitar que esto suceda cuando no se está preparado. La profesora asistente de psiquiatría, Lauren Bylsma, indica que se puede limitar su respuesta si se logran identificar previamente situaciones potencialmente difíciles.
Anticiparse al momento:
1. Hazlo, pero antes de enfrentar un conflicto: si de antemano sabes que estarás en una situación en la que puedas llorar, la recomendación es hacerlo antes de ese momento. “Es más probable que mantengas la compostura si lloraste antes“, dijo Bylsma.
2. Ponte en la peor de las situaciones y ensaya: de esta manera Bylsma asegura que se estará preparado para cualquier escenario.
3. Practica mantener una conversación encaminada: la idea de esto es evitar “la escalada de emociones”, por lo que Lauren recomienda apegarse a los hechos y no dejarse llevar por lo emocional de la discusión. “Puedes ensayar lo que vas a decir y cómo, para que no se caliente demasiado”, agregó.
Si las lágrimas ya se asoman:
En el caso de que todo lo anterior no haya dado resultados, lo más probable es que las lágrimas asomen de manera inminente, afortunadamente también existe algunos ‘trucos’ para evitarlo.
1. Presionar el botón de ‘reset’ con la lengua: el truco es simple, hay que presionar la lengua contra el paladar “y dejarás de llorar al instante”, indica la directora ejecutiva del Instituto de Lenguaje Corporal en Washington, Janine Driver.
2. Relajar los músculos de la cara: para Janine, sus cejas internas se levantan y juntan cuando está triste. Aflojarlas es lo contrario y esto debería “bloquear” las lágrimas.
3. Respira hondo: para la entrenadora y fundadora de More Time More You, Theresa Nguyen, concentrarse en la respiración ayuda a alejarse de las emociones. Esto evitará que diga o haga algo de lo que pueda arrepentirse. “Respire profundo por la nariz durante cuatro segundos y conténgalo dos”, explicó. Luego, bota el air “con los labios fruncidos” durante ocho segundos.
4. Date un pellizcón: Si es posible ocultar las manos, Driver sostiene que siempre puedes pellizcarte “la piel entre el pulgar y el dedo índice”, pues el dolor físico le quitará la atención al dolor emocional por el que lloras.
Si pudiste controlar el llanto, deberás solucionar otro problema: tu rostro ruborizado y los ojos hinchados. Para esto también hay técnicas que ayudarán a mitigarlo.
El rubor acabará rápidamente si se aguanta la respiración, indicó la dermatóloga, Deanne Mraz Robinson. Esto hará que los niveles de oxígeno en la sangre bajen y adquiera un color más oscuro.
Una vez en casa se podrá solucionar el problema de los ojos, ya que para esto se debe aplicar algo de frío. “Lávate la cara con agua fría o aplica una máscara para los ojos, o una bolsa de guisantes congelados”, dijo. Pero si se está fuera de casa aconsejó humedecerse los dedos con agua de la llave y dar “palmaditas suaves” bajo los ojos.
Cabe indicar que si las ganas de llorar son permanentes, lo más recomendable sería una visita al médico para explicar la situación, podría ser que estés frente a otro tipo de problema de salud.



