La imagen de la depresión ha cambiado muchísimo en el último tiempo. Actualmente se sabe que no solo las personas que lucen frías, tristes o apáticas pueden padecer este trastorno, sino también aquellos que en apariencia lucen normales y felices.

De acuerdo a la revista Muy Interesante, un estudio de la Universidad de Rochester Medical Center reveló que muchas personas esconden su depresión tras una disposición alegre y sociable.

Según consignó BioBioChile, se conoce como depresión perfectamente oculta (PHD por sus siglas en inglés), aunque existen algunos rasgos que permitirían descubrir cuando una persona está tratando de “maquillar” su dolor.

Estas señales fueron descritas por la psicóloga experta en depresión, ansiedad y relaciones sociales, Margaret R Rutherford, quien es autora del libro Perfectly Hidden Depression: How to Break Free from the Perfectionism that Masks Your Depression (Depresión perfectamente oculta: cómo liberarse del perfeccionismo que oculta tu depresión), en una columna en el portal Psychology Today.

La depresión perfectamente oculta es un síndrome, o un conjunto de características y comportamientos que permiten a las personas esconderse o separarse del dolor emocional. Eso no significa que el dolor no esté allí o que no esté teniendo efecto“, explica la especialista.

1. Alto perfeccionismo

Ser muy perfeccionista y con una voz interior muy crítica cuando sientes que no rindes al máximo, son indicadores a los que les debes poner ojo. La experta asegura que son personas que pueden permitirse no ser “tan buenas” en actividades que no les interesan, pero no en las que verdaderamente les preocupan.

Si se trata de una actividad que es significativa para ti, debes parecer perfecto, especialmente si eres evaluado o visto por otros. Eres el padre perfecto, el abogado más experimentado, el mejor de la clase o el mejor amigo. Mides y evalúas constantemente tu estado, y si no cumples con las expectativas percibidas, aumenta la presión. La vergüenza interior gobierna tus elecciones y tu mundo”, señala.

2. Elevado sentido de la responsabilidad

Otra señal puede ser si eres muy consciente del deber, la obligación y la lealtad, todos pueden contar contigo ante problemas. En general podrían considerarte un buen líder… pero eres pésimo delegando.

Este sentido de responsabilidad puede volverse doloroso, ya que puedes culparte fácilmente, en lugar de tomarte un momento para comprender la imagen completa. Esta tendencia puede dejarte vulnerable a la manipulación”, manifiesta la profesional.

3. Dificultad para aceptar y expresar emociones dolorosas

Piensas mucho las cosas y te cuesta encontrar las palabras para expresar emociones como la ira o tristeza. Parece que no se conectan con tu corazón, pero están constantemente en tu cabeza.

Sé que cuando estoy sentado frente a alguien que me sonríe alegremente y al mismo tiempo describe una pérdida o decepción significativa, me encuentro frente a alguien que se está escondiendo. No siempre. Pero es una pregunta que comienzo a hacerme como terapeuta”, afirma Rutherford.

4. Evitar situaciones donde el control no es posible

Tienes una necesidad de control muy potente, por lo que te preocupan mucho aquellas situaciones donde lo pierdes. No obstante, si bien esto es algo en lo que ocupas mucho tiempo, para el resto de las personas pasa inadvertido. De hecho, la mayoría cree que eres despreocupado de las cosas pequeñas.

No eres alguien que pueda permanecer fácilmente en el presente. Si haces yoga, puedes odiar la posición final, para lo cual la sugerencia es respirar y relajarte. Puede que te guste cocinar, pero te resulta muy difícil sentarte con los invitados y disfrutar de la comida”, comenta la psicóloga.

5. Foco en las tareas y logros

Los logros te hacen sentir una persona valiosa y opacan tus inseguridades y temores. “Es posible que no sepas lo que te da valor, a excepción de esos logros y tareas. Y ese es el problema”, afirma la especialista.

6. Preocupación por los demás

Te preocupas genuinamente por el bienestar de los demás, pero tienes una coraza para que otros hagan lo mismo contigo. Según la profesional esto no es una preocupación falsa, fingida o poco sincera. “Es real: cuidar a los demás es lo que haces muy bien. Sin embargo, no dejas que otros sientan ninguna vulnerabilidad de tu parte“, acota.

Y puntualiza: “No revelas el dolor de tu pasado. Hay un muro contra cualquiera que descubra que estás solo o cansado, vacío o abrumado”, agregando que incluso si lo haces es probable que no te crean (“¿Qué, tú? ¿Deprimido? Tienes todo en el mundo a tu favor”).

7. Minimizar el daño o abuso sufridos

Esto se caracteriza por frases como “lo que me pasó no fue gran cosa” o “a otras personas les han pasado cosas peores”, ante lo que la especialista afirma que el dolor sigue siendo dolor.

La compartimentación es una habilidad. Es la capacidad de sentirte lastimado, triste, decepcionado, asustado o enojado por algo y de alejar esos sentimientos hasta un momento en que puedas tratarlos mejor. Las personas sanas lo hacen todo el tiempo. Incluso puedes hacerlo con alegría o felicidad”, escribe Margareth.

“Sin embargo, si tienes PHD, rígidamente compartimentas en exceso. Has desarrollado cajas muy fuertes donde encierras sentimientos dolorosos, consciente o inconscientemente, empujándolos a un oscuro recoveco de tu mente. Esto te permite descontar, negar o descartar el impacto de las experiencias de la vida que causaron dolor en el pasado o en el presente”, añade.

8. Problemas de salud mental vinculados con el control y escape a la ansiedad

“Vives tu vida de una manera muy controlada y bien gobernada. Por lo tanto, los diagnósticos psiquiátricos reales que podrían coexistir con el PHD podrían ser trastornos relacionados con el control, como los trastornos alimentarios y/o los rasgos obsesivo compulsivos. El alcohol o los medicamentos sedantes también podrían usarse para escapar de la ansiedad”, explica.

9. Enumerar “privilegios” o “bendiciones” para sentir que todo está bien

“Creo en contar tus bendiciones. Es saludable y puede mantenerte optimista y agradecido. Sin embargo, si has leído hasta aquí y te sientes identificado con el PHD, puedes sentir culpa o incluso vergüenza si no eres positivo”, afirma, señalando que las personas con depresión oculta no manifiestan autocompasión.

10. Dificultades emocionales en las relaciones personales, pero éxito profesional significativo

La vulnerabilidad que está vinculada con la verdadera intimidad es difícil para ti. Si bien te impulsas a ser productivo y lograr cosas, no es probable que seas alguien que pueda relacionarse fácilmente en un nivel íntimo“, dice Rutherford.

Y añade: “Es posible que hayas elegido una pareja que, de hecho, tampoco permite la vulnerabilidad o no tiene esa capacidad. Tu relación se basará principalmente en lo que hacen el uno por el otro, en lugar de en lo que son el uno para el otro, con el énfasis en los hijos (si es que hay), sus carreras y ser la pareja perfecta”.

Pedir ayuda: “No necesitas esconderte”

Cabe destacar que la depresión puede desarrollarse lentamente, tan despacio que podría pasar inadvertida. “Entonces, es sorprendente un día cuando comienzas a imaginar tu propia muerte, o algún tipo de escape del mundo en el que estás viviendo”, aseveró la profesional al medio británico The Huffington Post.

“Vas a trabajar, pero no puedes concentrarte. Entonces le das excusas a las personas por las cuales no estás cumpliendo una fecha límite. Te estás reprendiendo constantemente por lo que no eres, lo que no has logrado o quién podrías haber sido, si hubieras tenido la oportunidad”, ejemplifica Margareth.

Un cuadro depresivo grave se relaciona con pérdida del deseo o la capacidad de funcionar en absoluto: “La buena noticia es que puedes mejorar. Con ejercicio, terapia, medicamentos, atención plena y trabajo duro, muchos pueden levantar el velo que los ha cortado del disfrute de la vida”.

El llamado que hace la especialista es claro: pedir ayuda si crees que podrías estar padeciendo PHD. “Mostrar vulnerabilidad no equivale a falta de fuerza. Porque aunque muchas de las cosas en las que se enfoca alguien con PHD son admirables, ser invisible duele. No necesitas esconderte”, concluye.