Una macabra historia se vivió en Argentina, luego que una mujer fuera a despedirse de su hija a la morgue y se llevara una sorpresa que la dejó con la boca abierta.
La trasandina de 30 años, llamada Analía Boulet llegó hasta el hospital de Chaco con un embarazo de seis meses. En el lugar le dijeron que el bebé venía con complicaciones que hacín necesaria una cesárea.
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A pesar de lo anterior, la menor nació cuatro días más tarde por parto normal, pero fue una enfermera del centro asistencial que le realizó una schokeante pregunta: “vas a querer saber la causa de muerte de tu bebé?”, comentó al medio argentino Infobae, siete años después de los hechos.
Sin embargo, cuando fue a despedirse de la pequeña, se dio cuenta de algo que la dejó sin aliento: estaba viva.
“Luz estaba tapada con una tela vegetal, yo la fui corriendo como en cámara lenta. Primero le vi que tenía la manito miniatura y se la agarré. Después vi que tenía el cuerpecito morado y se le había formado escarcha”, relató la mujer.
Asimismo, añadió que “cuando le destapé la cara, me estaba mirando. Tenía ojos brillantes y lloró, una especie de llanto de gatito”, contó Boutet, quien arró que pensó que estaba loca, por lo que estaba experimentando.
“Volví a acercarme y Luz se estaba desesperezando. Empecé a gritarle a la señora de la morgue ´¿por qué se mueve?’ y cuando todos se acercaron Luz empezó a llorar. Caí arrodillada al piso, como rendida, no lo podía creer“, sostuvo sobre la menor, que finalmente murió tras sufrir dos paros cardíacos.
“La vestí y salí con ella en brazos hacia la morgue. Se me tiraron encima, como que estaba loca por lo que estaba haciendo. Pero para mí ya nada era una locura. La tuve en brazos todo el velorio, mi cabeza decía: ‘¿Y si a lo mejor se despierta otra vez?'”, manifestó Analía.
