Hacer sonar el cuello cuando estamos tensos, es un movimiento que hacemos habitualmente. Sin embargo, ejecutarlo podría poner seriamente en riesgo nuestra salud.
Esto fue lo que le pasó a Josh Hader, oriundo de Oklahoma, quien sufrió un derrame cerebral, que lo tuvo al borde de la muerte.
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El hombre explicó a la cadena de televisión ABC que “escuché el crujido, todo en mi lado izquierdo comenzó a entumecerse. Me levanté e intenté sacar una bolsa de hielo de la nevera, y recuerdo que no podía caminar derecho”, sostuvo Hader.
Luego de realizarse exámenes, éstos arrojaron que hubo una rotura de la arteria vertebral por este movimiento que puede ser peligroso, pero que es muy frecuente entre las personas.
De hecho, hace unas semanas atrás se conoció el caso de Natalie Kunicki, quien se encontraba viendo una película, y tras mover un poco el cuello para acomodarse, quedó parcialmente paralizada por esta maniobra.
Si bien el hombre ya se recuperó, tuvo que utilizar un andador durante varios días y un parche en el ojo por un daño en el nervio óptico, que le provocaba doble visión y vértigo. Además, sufrió de un efecto secundario que dejó perplejo a Hader.
“Fueron terribles. Literalmente, dos semanas de hipo directo desde que ocurrió el derrame cerebral. Hacia el final, me hicieron casi imposible respirar por unos segundos y eso fue aterrador”, detalló a CNN.
