Pertenecer a la Monarquía Británica como duquesa, no debe ser nada fácil. Y eso ya lo debe tener más que claro Meghan Markel, quien pese a llevar poco tiempo como esposa del príncipe Harry, ya ha estado envuelta en varias polémicas.

Varios medios internacionales han hablado de un supuesto “complejo carácter” de la duquesa de Sussex, el mismo que aparentemente la ha alejado de la familia real, y por el que incluso los hermanos Harry y William estarían un tanto distanciados.

Y como si estos rumores fueran poco, recientemente se sumó una nueva controversia. Resulta que según informó el medio dominical Sunday Times, la secretaria privada de los duques, Samantha Cohen, tiene intenciones de renunciar a su trabajo una vez que nazca el bebé de los duques a comienzos del próximo año.

Cohen, de origen australiano, lleva 17 años trabajando para la familia real. En un comienzo se desenvolvió como secretaria de comunicación y asistente personal de la reina Isabel II, pero este año pasó a trabajar para el príncipe Harry, principalmente por su boda celebrada en mayo en el castillo de Windsor.

Su inminente partida no hace otra cosa que aumentar los rumores sobre lo difícil que es trabajar con Markle. Según informa el mismo medio, la duquesa suele levantarse a las 04.30 de la madrugada para hacer yoga y envía correos electrónicos y peticiones a su personal desde las 05.00 horas. Asimismo, se ha comentado que en el palacio de Kensington también ha tenido algunos conflictos con el personal debido a su actitud directa hacia ellos.

Cabe señalar que hace algunas semanas renunció otra asistente, quien debía ser la ‘mano derecha’ de Meghan, Melissa Touabti. Según trascendió, la relación entre ella y la duquesa de Sussex no fue la mejor, y Touabti alcanzó apenas a durar seis meses en el puesto.

Ahora hay que ver cómo se desarrollará la vida del matrimonio fuera de Kensington, y con qué personal contarán, ya que a principios de año la pareja se instalará en una casa ubicada en los terrenos del castillo de Windsor.