En medio de las celebraciones de la noche de Halloween, que para muchos no es más que una excusa para disfrazarse y de ir a pedir dulces, comienzan a viralizarse por redes sociales las historias de algunos de los mitos más aterradores que han dado la vuelta al mundo.
Hay uno que en Chile es tremendamente conocido, La Llorona, una mujer que ronda por distintos lugares lamentándose por la pérdida de sus hijos. En Página 7 quisimos revisar parte de su historia, para saber cuál fue el origen de esta espeluznante historia que hasta hoy causa miedo.
Antes de contar el mito que ronda en tierras chilenas, es bueno saber que toda esta historia surge en México en 1521, una década antes de la llegada de los conquistadores españoles a Centroamérica. Fray Diego Durán, uno de los evangelizadores de la época, escribió en sus relatos que el emperador azteca Moctezuma II tenía sueños premonitorios que advertían que el fin de su reinado estaba cerca.
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Esto ocurrió justo cuando se comenzó a divulgar que una misteriosa mujer se paseaba por las noches por el Lago de Texcoco, llorando y gimiendo. Pese a que la podían oír, muy pocos la pudieron ver. De hecho, fue en los textos de Fray Bernardino de Sahagún, misionero franciscano que ayudó a la reconstrucción de la historia de México, que se incluyó en uno de sus textos las frases que decía esta mujer, y que habían sido escuchadas por algunos indígenas: “¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y otras veces ¡Hijitos míos! ¿A dónde os llevaré?”, exclamaba esta señora, haciendo referencia a la inminente llegada de los españoles.
Luego de esto, fue nombrada como mujer Cihuacóatl (serpiente) o Tonantzin (nuestra madre). Claro que la historia fue sumando nuevos elementos, ya que después de la Conquista, se siguió hablando de ella.
“Se decía que se trataba de una mujer indígena que había tenido tres hijos con un español, pero que él después se casó con una mujer de alcurnia. Ella, en venganza, mató a los hijos y se volvió loca”, contó la historiadora Guadalupe Villa, del Instituto Mora de México, en conversación con el portal Infobae.

No obstante, esa no es la única historia que ronda en torno a la figura de ‘La Llorona’, ya que también se dice que fue conocida como una indígena llamada ‘Malinche’, quien fue la amante del conquistador Hernán Cortés. Lo terrible de esta historia es que la pareja tuvo un hijo, el que fue arrebatado de los brazos de esta mujer por el militar, quien se llevó al bebé cuando regresó a España.
“El nombre de ‘Malinche’ significa traidora, y los indígenas veían en esta la encarnación de la traición y a raíz de que pierde a su hijo, para el pueblo mexicano se convierte en un símbolo de la maternidad, pero de la maternidad triste, ofendida y humillada por el papel triste de entregar a su hijo Martín Cortés, y ella jamás lo vuelve a ver”, explicó el historiador Efraín Franco Frías, agregando que en este caso se le da un papel más oscuro a esta mujer.
Con los años el mito se fue modificando
Si bien el nombre de ‘La Llorona’ comenzó en el siglo XVI, con el pasar de los años la historia fue recorriendo distintos países, lo que provocó cambios evidentes en la historia.
Por ejemplo, en Chile se cuenta que ‘La Llorona’ era una mujer que sufría de unos celos enfermizos. Al ver que su esposo dedicaba más tiempo a sus hijos, decidió hundirlos en un lago para poder pasar más tiempo con él. Al reencontrarse con su marido, este escapó por el miedo que le provocó esta situación.
Producto de la tragedia familiar, la pena fue tan grande para esta mujer, que terminó falleciendo. De ahí es que nace el mito que recorre los bosques llorando y buscando a sus pequeños, tal como lo mencionó el Doctor File en Mentiras Verdaderas hace un tiempo.
Este mito ha tomado nuevos aires en la actualidad, ya que está pronto a estrenarse la película La Llorona, en un thriller que cuenta la renovada historia de este mito.



