Desde que se anunció el casamiento del príncipe Harry y Meghan Markle se habló bastante de los sacrificios que debía realizar la estadounidense para ser parte de la realeza británica, como, por ejemplo, dejar la actuación.

Sin embargo, Markle no ha sido la única. Lo anterior, ya que estos días es el príncipe quien ha hecho noticia por renunciar a una famosa tradición familiar por amor.

Se trata de la caza anual de urogallo en Balmoral (Escocia), la que data de 1853 y de la cual Harry participaba desde que tenía 12 años.

No obstante, el amor lo hizo distanciarse de esta práctica, ya que Meghan es una reconocida activista contra el maltrato animal, por lo que esta caza “por diversión” va muy en contra de sus principios.

Además, según consigna el medio español Glamour, desde que los duques de Sussex están juntos, el príncipe se ha saltado varias de estas cazas para no ofender a quien ahora es su esposa.

Finalmente, el cuidado de los animales no ha sido la única influencia de Meghan Markle en su esposo, ya que siguiendo su estilo de “vida sana”, Harry también habría dejado el cigarro y comenzado a realizar más deporte.