Una madre de Dallas, Estados Unidos, fue detenida y está acusada del delito lesiones graves en contra de su hijo de 8 años, luego que inventara una serie de enfermedades que al parecer jamás tuvo.
Fue tal la obsesión de Kaylene Bowen de 34 años, que lo llevó al médico más de 300 veces e incluso lo sometió a varias cirugías, sin embargo, tras una investigación liderada por el Servicio de Protección al Menor (CPS, por sus siglas en inglés) y los fiscales del caso, el niño nunca estuvo ni está enfermo.
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La mujer inventó que Christopher era alérgico a la leche, que no podía caminar, y que tenía un cáncer terminal que exigía el trasplante de un pulmón. Con este último diagnóstico, la madre recibió miles de dólares en donaciones.
En tanto, el padre de Christopher, Ryan Crawford, aseguró que su expareja sufre del ‘síndrome de Munchausen por poder’, una enfermedad en la que, según la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, “es una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil. El cuidador del niño, con frecuencia la madre, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo“.
En ese contexto, el hombre aseguró que durante años estuvo tratando de convencer a las autoridades de que la madre del niño mentía sobre estas condiciones médicas, sin embargo, la Justicia nunca le creyó.
“Todo comenzó ocho días después de que nació. En ese entonces ella inventó que Christopher tenía una alergia severa a la leche. Cada vez que tomaba leche, la vomitaba, o eso decía ella, pero no tenía sentido porque nunca lo vi vomitar leche“, consignó al medio NBC Dallas Fort Worth.
Meses más tarde, en una audiencia en el tribunal de familia, para disputar la custodia del menor, Crawford se encontró con otra sorpresa. “Ella comenzó a explicarle al juez que los doctores declararon que mi hijo nunca caminaría. Y luego afirmó que tenía problemas para seguir comiendo y que iba a necesitar un tubo de alimentación“, recordó, agregando que en ese momento quedó “horrorizado” pues sabía que su hijo estaba bien, sin embargo, el juez le creyó a la mujer y pensó que Crawford simplemente no estaba enterado de la condición médica de su hijo.
Así fueron aumentando los problemas hasta que ella inventó un cáncer terminal, asegurando que necesitaba un trasplante de pulmón, cirugía cardíaca y aparatos ortopédicos para las piernas, sin embargo, en una investigación interna del Children’s Medical Center, donde se realizaron algunas cirugías, varios médicos sospecharon de estos episodios e informaron al CPS, pero no pasó nada.
Finalmente, el mes pasado la madre volvió a llevara a su hijo al hospital, alegando que había tenido un ataque, pero los exámenes médicos no mostraron ninguna evidencia que respaldara sus dichos, y eso provocó que la CPS volviera a tomar el caso y, paralelamente, se iniciara una investigación criminal. “Pudo haber muerto“, dijo Crawford. “Solo Dios lo salvó“.
Ahora, el padre lucha desesperadamente por la custodia de su hijo, pues el CPS asumió su cuidado. En tanto, la próxima semana se realizará un nuevo juicio para ver el tema de la custodia. “Todavía estoy luchando contra el sistema. Ellos no quieren darme a mi hijo porque dicen que no lo conozco, pero cuando le digo que ninguna familia que se haga cargo lo conocerá, me dicen ‘Sí, tienes razón’, y eso es todo“.