Ya sea por hacer deporte o porque afectan su vida diaria, muchas veces las mujeres deciden tomar anticonceptivos denominados de ciclo extendido.

Estos consisten en que la regla llega cada tres meses, método que ya es muy popular en países europeos aunque aún poco conocido en nuestro país.

Y es que algunas mujeres, al no tener mayor información sobre este novedoso sistema, tienen cierto temor y desconfianza ante estos.

Sin embargo, según consignó El Mostrador, los especialistas han recalcado que estos anticonceptivos no afectan más que otros métodos hormonales.

Según Rodrigo Macaya, ginecólogo de Clínica Las Condes, “hay que entender que los anticonceptivos aportan estrógeno (habitualmente etinilestradiol) y un progestágeno (hay de diferentes tipos, siendo este último el responsable de la capacidad anticonceptiva de los mismos). Y la principal característica de los anticonceptivos es que son anovulatorios, es decir, frenan el proceso de desarrollo de un folículo (foliculogénesis) en el ovario“.

A lo anterior, agregó que “los anticonceptivos entregan dosis de estrógeno y progesterona al organismo en forma diferente a como lo hace una mujer en un ciclo espontáneo. Los anticonceptivos no solo inhiben el proceso de ovulación, sino que también alteran la producción de la secreción de moco fértil por el cuello uterino durante los días fértiles, evitando el paso de espermios desde la vagina al interior del útero“.

Es decir, al no haber proceso de ovulación, el crecimiento endometrial no existe y, por lo tanto, tampoco habrá ciclo menstrual. “La forma de presentación mas típica de los anticonceptivos y las dosis liberadas hacen no solo que la paciente no ovule, sino que además son los mismos anticonceptivos los que hacen que exista un proceso de descamado endometrial, similar a una menstruación, pero por un mecanismo diferente al que ocurre en forma natural”, explicó el experto.

De acuerdo a lo anterior, los anticonceptivos de ciclo extendido son aquellos que deben tomarse por 84 días y luego siete placebos, lo que genera que la ‘menstruación’ llegue cada tres meses.

Aunque si una mujer lo prefiere, tomando su anticonceptivo normal pude hacerlo continuamente y no tener ese tiempo de ‘descanso’. Esto, lejos de ser perjudicial para ellas, incluso puede tener beneficios. “Existen mujeres que presentan síntomas producto de las variaciones hormonales de su propio ciclo menstrual, como síndrome premenstrual, cefaleas o dolor pélvico. Y la mayoría de estos síntomas pueden ser controlados con el uso de anticonceptivos, pero incluso así hay mujeres que con el sangrado propio de los anticonceptivos mantienen algunos síntomas. Es en este grupo de mujeres en las que se observan los mayores beneficios del uso de esquemas de anticonceptivos continuos, con supresión de la menstruación por períodos prolongados“, explicó Macaya.

Pese a ello, el experto advirtió que algunas mujeres podrían presentar algún sangrado menor. “Hay pacientes que pueden comenzar con goteo intermitente cada vez más frecuente. Este goteo no traduce en general una enfermedad detrás de ello, si no que es habitualmente un efecto no deseado del uso continuo de los anticonceptivos más frecuente en mujeres delgadas y que usan anticonceptivos con bajas dosis de estrógeno”.

¿Te atreves a usar este método?