El fin de semana recién pasado, Todd Orr fue atacado dos veces por una osa Grizzly, en medio del bosque Beaverhead-Deer Lodgey, en Montana, Estados Unidos, y con todo en contra aún así logró sobrevivir.

Fue a través de Facebook que Todd compartió un video donde aparece ensangrentado y mostrando sus múltiples heridas, y en el que explica cómo fueron los hechos.

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Resulta que el sujeto quiso dar un paseo por el bosque, asegurándose de gritar cada 100 metros para espantar a los osos que abundan en esa zona. Fue entonces cuando de un momento a otro Orr divisó a una osa con dos oseznos acercándose. En ese instante les roció un aerosol especialmente diseñado para repeler este tipo de ataques, sin embargo, no funcionó.

Se puso encima mío y mordió mis brazos, mis hombros y mi mochila. La fuerza de cada mordida era como un martillazo con dientes. Se detenía durante algunos segundos y reanudaba su tarea. Una y otra vez. Tras varios minutos, que parecieron una eternidad, desapareció“, relata la víctima en el clip, agregando que en todo momento intentaba protegerse la cabeza y el rostro.

Pese a que estaba muy malherido, Todd tenía la certeza de que sobreviviría, por lo que intentó caminar rápidamente los cinco kilómetros que lo separaban de su camioneta, pero no contaba con que la osa volvería a atraparlo. Como ya había tenido mucha suerte tras el primer enfrentamiento, esta vez, comenta en el video, se preguntó si realmente podría superar el segundo ataque.

Me mordió los hombros y los brazos de nuevo. Atravesó mi antebrazo y escuché un crujido. Cuando me había dejado en el suelo, el dolor hizo que respirara para tomar aire, lo que provocó que recibiera nuevas mordidas. Ya sabía que no podía moverme o hacer más ruido, me estuve quieto, pero otras dos dentelladas en mi cabeza provocaron una herida en mi oreja y la sangre cubrió todo mi rostro. Pensé que era mi final pero “permanecí quieto, esperando a que terminara“, detalla.

Finalmente, el agredido detalla que de repente la osa se paró sobre él y allí se mantuvo por varios segundos. “Se produjo un silencio sepulcral, salvo por el sonido de su fuerte respiración y sus olfateos. Podía sentir su respiración y en la parte posterior del cuello, a sólo centímetros de distancia. Podía sentir sus garras delanteras clavándose en mi espalda, donde ella se encontraba. Podía oler el olor terrible que tenía. Durante treinta segundos se quedó allí y me aplastaba. Mi pecho se estrelló contra el suelo al igual que mi frente. No me moví. Entonces ella se había ido”, concluye.

Pese a la gravedad de sus heridas, Todd logró llegar a su camioneta y tuvo que manejar cerca de 27 kilómetros hacia el centro médico más cercano, y en el camino llamó a su novia para que le fuera a dejar ropa limpia. “No fue mi mejor día, pero estoy vivo“, remata.

Su video ha sido reproducido más de 35 millones de veces, al igual que sus fotografías, que alcanzan sobre 19 mil “me gusta” y han sido compartidas cerca de 43 mil veces. De hecho, hasta Mark Zuckerberg le dio un ‘me gusta’ a sus registros.