Una mujer embarazada murió durante el parto luego de sufrir un estreñimiento tan grave que forzó demasiado su vientre.
D’Lissa Parkes, de 26 años, perdió cerca de dos litros de sangre durante la cesárea practicada en el Hospital Lewisham, Inglaterra, y horas después de dar a luz a su hija S’Riaah, falleció.
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La mujer había llegado por su propia cuenta al recinto el día antes de su muerte, señalando que tenía dolores de parto “paralizantes”, sin embargo, fue enviada de regreso a casa luego de decirle que estaba en una etapa muy temprana como para presentar esos síntomas. Cuando fue readmitida a primeras horas de la mañana siguiente, D’Lissa presentaba una hemorragia severa.
La joven madre siempre siempre de estreñimiento y luego de su muerte se determinó que tenía una gran cantidad de materia fecal alojada en su colon, lo que deformó su vientre.
Su madre, Sylvia Parkes, quien asegura que tomará acciones legales contra el hospital por negligencia médica, señaló que su primera preocupación fue cuando supo que el bebé no estaba en el vientre de su hija, pero en vez de agendar una cesárea, los doctores decidieron reubicar al bebé manualmente antes de su nacimiento, dejando a D’Lissa con un vientre en forma de diamante.
Sylvia, indicó al medio inglés Metro.co.uk: “Yo no quería que reubicaran al bebé porque era tan pequeño y su barriga tan grande. Recuerdo que ella les pedía que no lo hicieran, pero cuando volvió de la sala de procedimientos ya lo habían hecho. Yo estaba muy enojada por eso. Ella comenzó a vomitar, su barriga tenía una forma rara, y cuando se sentaba tenía que hacerlo por un solo lado de su trasero“.
Luego de la cesárea, la bebé fue puesta inicialmente en una incubadora y los doctores le comunicaron a la familia que era muy poco probable que respirara sin ayuda y les aconsejaron apagar la máquina, pero cuando la familia ya había aceptado su destino, S’Riaah milagrosamente logró dar sus primeros respiros minutos después de apagada la máquina.
No obstante, debido a la falta de oxígeno que experimentó en el útero, la bebé quedó con severo daño cerebral, lo que significa que es poco probable que camine o hable.
La señora Parkes, quien actualmente se encarga de la bebé, señaló: “Tengo preguntas comopor qué D’ Lissa no tuvo una cesárea antes o por qué la masa no fue vista con anticipación. Desearía girar las perillas del reloj hacia atrás y responder todas las preguntas yo misma y desearía haber sido más valiente y haber estado más alerta. Si ella hubiese sido atendida de otra forma no sé si todo esto habría sido diferente“.
En tanto, el médico forense concluyó que D’Lissa tuvo un megacolon, producto del estreñimiento severo, y que debido a un fallo en el acceso a su expediente médico y a otros exámenes, no era conocido por el personal de maternidad.
“Esto podría haber contribuido en un grado mínimo a su embolia pulmonar, pero el principal factor de riesgo fue el embarazo“, agregó.