Muchas veces cuando abrimos una botella de vino no se consume totalmente y para eso existe un solución que quizá desconocías y que seguramente te será de gran ayuda.
La próxima vez que quede brebaje al interior del envase puedes congelarlo. Lo vacías en una cubeta para hacer hielo y más adelante puedes utilizarlo para cocinar o incluso hacerlo granizado.
Lee también: 8 usos desconocidos del aceite de oliva fuera de la cocina
No importa si es vino tinto, blanco o espumante, todos sirven. En lo que sí hay que fijarse es en la cantidad de vino que se vierte en la cubeta para saber cuánto vino tiene cada porción.
De esta manera lo puedes utilizar en un cóctel o para cocinar un típico caldillo al que siempre le queda bien un poco de vino.
Lo otro que hay que saber, es que el vino no se congela completamente, pero sí lo suficiente para manipularlo y reutilizarlo, según señala el Huffington Post.



