Desde que nacemos se nos asigna un número que comúnmente en nuestro país conocemos como RUN o RUT, el que nos acompaña, en algunos casos, hasta después del fin de nuestros días.
Ya sea para entrar a algún sitio web, retirar dinero o simplemente hacer trámites de todo tipo es para lo que generalmente lo ocupamos. Aunque este número tiene algo que a más de alguno le ha llamado la atención y que pocos saben explicarlo: El dígito verificador.
Lee también: Niño encontró la lista de compras de sus padres y agregó algunas cosas “esenciales”
Según Alberto Zenteno, bloguero de tecnología en BioBioChile, ese número o letra sirve para evitar errores de tipeo, errores de información y para mayores controles de seguridad.
Pero ese dígito no es por azar ni mucho menos por orden de llegada a este mundo, sino que se realiza un largo pero simple algoritmo matemático que se puede aplicar tanto a las personas como a las patentes de los vehículos, al que se le denomina ‘módulo 11’.
Zenteno señaló que se deben tomar los primeros ocho dígitos de nuestro RUN, por ejemplo:
12.678.579-?
Luego se toman los números de derecha a izquierda y se multiplican por la secuencia 2, 3, 4, 5, 6 y 7. Si se llega al octavo número, la secuencia se debe repetir.
Entonces esto quedaría así:
9 x 2 = 18
7 x 3 = 21
5 x 4 = 20
8 x 5 = 40
7 x 6 = 42
6 x 7 = 42
2 x 2 = 4
1 x 3 = 3
La suma de los resultados da un total de 190. Aquí es donde recién entra el ‘módulo 11‘, ya que el resultado de las sumas se debe dividir por 11. Entonces tendríamos:
190:11= 17.2727272727
Después se le quita la parte decimal y se debe multiplicar por 11.
17 x 11 = 187, por lo que para llegar a 190 sólo faltan 3.
Finalmente, luego de este largo procedimiento, a 11 se le resta el número sobrante, es decir: 3
11 – 3 = 8
Entones nuestro dígito verificador sería 12.678.579-8.
¿Pero cómo es que algunos tienen la letra K o un cero como dígito?
Eso sucede cuando el resultado pasa los dos dígitos. Si es 11, el dígito es cero, si es 10, el dígito queda en K.
Este mismo ejercicio se aplica a las patentes nacionales, ya sean las nuevas o las antiguas, sólo que a cada letra se le debe poner un valor asignado.



