Todos los años son muchos los jóvenes que entran a empresas a realizar sus prácticas laborales, siempre con el miedo de recibir algún regaño, cometer un error o sufrir un accidente.
Precisamente eso fue lo que le ocurrió a Guisselle Espinoza, de 18 años. A pocos días de haber ingresado a trabajar a un taller automotriz su cabello quedó atrapado en una máquina rectificadora de túneles
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En entrevista con Chilevisión, la joven, que estudió Mecánica Industrial en el liceo de Valparaíso, relató que de un momento a otro la cola de su cabello se enganchó en una pieza que giraba.
“Se me enganchó la cola, y en lo que se me engancha la cola me tira. Ahí tuve que hacer fuerza y tirarme para abajo y para atrás y atiné a no meter las manos”, señaló entre lágrimas.
Sus compañeros de trabajo le prestaron los primeros auxilios, para después ser trasladada al Hospital Naval de Valparaíso, con un dolor insoportable en el cuero cabelludo.
Tras el accidente la joven quedó traumada, contó que hasta sueña con su cabello y despierta llorando cada vez que recuerda el accidente.
Pero lo que más le molestó a Guiselle fue que la empresa no se hizo responsable porque según señalaron “ella se había metido ahí por curiosa”.
Sólo sus compañeros de labor le realizaron una colecta para ayudarla, ya que no puede pagarse los remedios que necesita.
Seguramente la joven no recordará su primer trabajo con cariño, sino que todo lo contrario. Revisa las terrible experiencia en imágenes a continuación.
