En shock, quedó una mujer de Long Island (Estados Unidos) de 43 años, tras mirarse en el espejo una mañana: uno de sus senos lucía completamente plano, debido a la ruptura de uno de sus implantes. El asunto no era menor, ya que el día anterior había acudido a un centro de salud para que le practicaran una mamografía, que resultó ser más “bruta” de lo acostumbrado.
“Oh mi Dios, cuando me miré parecía un globo desinflado. Cuando fui estaba todo perfecto y salí así”, explicó al medio estadounidense New York Post. La madre de dos chicos se había puesto implantes salinos 7 años atrás, por razones estéticas. Durante años se realizó mamografías sin ningún dolor ni problema, hasta que la última vez fueron muy duros.
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“Me fui pensando ‘wow, nunca antes había dolido así’”, detalló. Ahora, está pidiéndole al fondo de salud que pague los daños de hacerse otra cirugía para reemplazar sus implantes, lo cual le costaría 9 mil dólares (alrededor de 6 millones de pesos chilenos).
Desde el centro de salud se negaron a dar declaraciones. Cabe destacar que es extremadamente raro que algo así ocurra durante una mamografía y el llamado es a continuar pasando por estos chequeos de rutina, aunque se tengan implantes. Un médico explicó que los implantes “son creados por seres humanos y no se espera que duren para siempre”, detalló Adam Kolker.
Lo normal es que duren alrededor de 10 años, pero ante un golpe traumático este proceso se puede acelerar.