Tener un implante coclear no es algo fácil y mucho menos para una pequeña niña. Este dispositivo electrónico ayuda a escuchar a las personas sordas o con dificultades auditivas y a diferencia del audífono, va conectado al hueso que rodea el oído y requiere de cirugía.

Por esto, cuando la pequeña Charlotte Campbell de Nueva Zelanda debió utilizar uno con sólo 6 años, su padre Alistair quiso apoyarla con un conmovedor gesto: el hombre se rasuró su cabeza y se tatuó su propio “implante” para quedar iguales.

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La imagen fue difundida en Facebook por la madre de la niña y rápidamente se volvió viral. Se trata del segundo de estos dispositivos que le implantan, tras ser diagnosticada de una profunda sordera en el oído izquierdo; además, su oído derecho presenta problemas para transmitir las ondas de sonido.

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Tanto su hermano Lewis (8), como su madre Anita Campbell tienen un implante coclear; Charlotte tuvo el primero a los 4 y desde entonces, cambió completamente su comportamiento, tal como recoge el medio británico Metro. “Ella pasó de no hablar con nadie, a convertirse en una mariposa social”, confidenció su madre.

En cuanto a su padre, es probable que su cabello vuelva a crecer, cubriendo el tatuaje, pero él promete que lo afeitará para ocasiones especiales y cada vez que Charlotte quiera verlo.

NZ Herald
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