Dicen que cuando uno tiene buena suerte en el juego, tiene mala suerte en el amor. ¿Pero qué ocurre cuando todo falla? Según el psicólogo Peter Pearson, la razón por la que no funciona una empresa, puede ser la misma por la que no avanza una relación y por eso hay que ponerle ojo.
Este terapeuta habla basado en su experiencia dirigiendo un Instituto de Parejas junto a su esposa, Ellyn. Tras décadas emprendiendo juntos, descubrió las tres cosas que debes vigilar, como informa el medio estadounidense Busines Insider. Te invitamos a revisarlas:
1.- No aprender de la experiencia
“Las relaciones que fallan siguen teniendo el mismo problema una y otra vez, y ellos no aprenden de ello”, detalló. Lo mismo puede ocurrir con una empresa que sigue reclutando mal a las personas o con problemas de abastecimiento.
El terapeuta dice que es común que existan problemas en estas dos áreas, pero que hay que tener la madurez para verlos como oportunidades para crecer. “La definición del éxito no es no tener problemas. Éxito es no tener los mismos problemas que el año pasado”, concluyó.
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2.- No adaptarte a los cambios
Existen distintos factores que pueden cambiar completamente el escenario en que te mueves: tener hijos modifica completamente la dinámica de una pareja y puede ser para bien o para mal, dependiendo como se enfrente. Lo mismo ocurre cuando llega un nuevo competidor cerca de una empresa.
“Si no te adaptas a esos cambios tectónicos en los negocios, serás historia y lo mismo ocurre en las relaciones”, explicó el terapeuta. La idea es encontrar maneras de compensar la falta de tiempo para estar con la pareja o la manera de renovarse frente al competidor, dependiendo el caso.
3.- No saber predecir los problemas a futuro
Si bien nadie es adivino, sí es posible hacerse preguntas sobre el futuro y estar preparado para cada escenario.
Como ejemplo, Pearson coloca el de un matrimonio que trabaja todo el día y que siempre llega exhausto al hogar, donde cada uno duerme por su lado. Lo que ellos tienen que hacer es preguntarse “si seguimos en esta trayectoria, llegando agotados cada noche y trabajando hasta los fines de semana, ¿qué ocurrirá de aquí a cinco años?”
No saber hacia dónde vas es un problema crítico, tanto en una relación como en un emprendimiento. “Muchas parejas dejan de pensar críticamente después de su etapa de la Luna de Miel. Después de casarse, asumen que las cosas funcionarán”, detalla Pearson.
“No es tan diferente a cuando dos personas comienzan una compañía. Ningún dúo partiría una empresa pensando ‘ahora que comenzamos no tenemos que volver a hablar sobre esto nunca más’”, ironizó el terapeuta.