Todos somos seres “peladores”. Es prácticamente una característica que viene de fábrica, pero que algunos explotan más que otros. ¿Pero sabes por qué nos gusta tanto opinar de la vida del resto?
Un reciente estudio, publicado en la revista Personality and Social Psychology Bulletin, postula que en realidad los rumores y “pelambres”, tienen que ver con nosotros mismos, específicamente con el cómo nos desempeñamos dentro de una comunidad, y cuál es nuestro lugar, para así poder mejorar constantemente nuestra posición, esto de acuerdo a lo que informa el portal estadounidense Business Insider.
“Las personas que escuchan rumores tienden a utilizar la información positiva y negativa para mejorar, promover y protegerse a sí mismos“, señala el equipo de investigación dirigido por Elena Martinescu, de la Universidad de Groningen, Holanda.
Agrega que “Las personas necesitan información evaluativa sobre otras personas para luego evaluarse a sí mismos.”
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Los científicos llegaron a estas conclusiones en base a un par de experimentos que realizaron jóvenes universitarios donde les pidieron que comentaran algún episodio donde un compañero de clases haya compartido información de confianza sobre otra persona. En este caso, los involucrados aseguraron que tal información les sirvió para: aprender de otros, preocuparse por su imagen en el grupo de amigos, y para comparar sus acciones con las del “afectado”.
El segundo experimento tuvo que ver con otros universitarios a los que se les asignó el papel de “agente de ventas”, luego una tercera persona les contaría sobre el mal desempeño de otro agente de la empresa. Los estudiante presentaron las mismas conclusiones que el primer grupo.