Envejecer es inevitable, pero cada uno lo hace hace su propio ritmo. De hecho, ni siquiera a nuestros órganos les llega el “viejazo” al mismo tiempo, como explica el doctor José María Galán, cirujano plástico de Clínica Londres, en una entrevista al portal español ABC.
“No es lo mismo el envejecimiento de la piel que del corazón. Es un proceso fisiológico, no una enfermedad, que depende de muchos factores”, puntualiza este profesional.
¿Qué factores aceleran o relentizan este proceso? La genética es muy importante: “No es lo mismo una tez blanca y nórdica que la piel latina. Las pieles blancas tienden a envejecer antes que las pieles morenas. Las arrugas aparecen más tarde en un africano que un nórdico”, afirma Galán.
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No es lo único que entra en juego: la exposición al sol, dieta, ejercicio y exposición al estrés también influyen en el envejecimiento, por lo que es correcto decirle a alguien que nos está “sacando canas verdes” cuando nos tienen muy alterados.
Para el doctor Galán la mejor receta es la prevención: protegerse del sol hasta en invierno, hidratarse a lo largo del día, mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio son la clave para mantenerse tiqui taca a lo largo de los años.
¿Te cuidas? ¿Conoces los cuidados que necesita tu cuerpo en cada etapa? El doctor Galán explica década a década lo que necesitas saber para envejecer bien:
De los 20 hasta los 30 años

Se trata de una situación estable para el cuerpo: “no suceden modificaciones, no hay crecimiento ni envejecimiento”, afirma este experto.
Pero si llevas un mal estilo de vida, podrían aparecer signos de esto. Por ejemplo, las ojeras revelan estrés, pocas horas de sueño, exceso de carrere y una mala dieta. Mientras que aquellas que se alimentan mal o llevan una vida sedentaria pueden sufrir una hipertrofia de grasa, apareciendo el famoso “rollito” del vientre.
Desde los 30 años

Es desde esta edad en que deben redoblarse los cuidados, ya que es aquí donde empiezan las primeras señales de desgaste. Y los lugares más afectados son:
1.- La piel: Yendo hacia los 40 años, esta se adelgaza y vuelve más flácida, porque con la edad se reducen el número de células que hay en esta. Después comienza a faltar el colágeno, apareciendo las molestas arrugas. Si no te cuidas del sol, aparecen manchas.
También pierde la elasticidad y resistencia, lo cual produce que las heridas y moretones persistan y que las lesiones tarden más en cicatrizar.
2.- Rostro: Desde los 35 años pueden aparecer bolsas debajo de los ojos, además de arrugas en la entreceja y alrededor de los ojos, aunque esto dependerá de factores genéticos y el nivel de estrés al que se estuvo sometido. El surco que parte desde los extremos de la nariz hasta cada lado de la boca se vuelve más pronunciado.
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3.- Canas: El cuerpo fabrica menos melamina, por lo que pueden aparecer las primeras de estas.
4.- Cambios en la cadera: Los cambios hormonales producen que esta se ensanche, afectando la piel y grasa que recubre este hueso, especialmente si la mujer tuvo hijos.
5.- Grasa y músculos: Lamentablemente la primera empieza a aumentar y los segundos a atrofiarse, tanto en hombres como en mujeres. En el caso de las féminas, la grasa se deposita debajo del estómago, en la cadera y bajo las rodillas. En los hombres aparece la papada.
Desde los 40 años

Lo que se había comenzado a notar en los 30, ahora se vuelve mucho más visible. La grasa se sigue acumulando, especialmente en el vientre, caderas y muslos. Es aquí donde la aparece la barriga “cervecera” a los hombres.
Además, a muchas mujeres les llega la menopausia en esta etapa, la cual produce cambios en la piel, caderas y senos. Estos últimos comienzan a perder firmeza, tamaño y se distienden, especialmente si hubo embarazos y se dio pecho a un hijo.
Arrugas y manchas se vuelven más profundas y visibles.
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En los cincuenta

A lo que ya había comenzado a cambiar desde los treinta hay que agregar:
1.- Uñas: Estas crecen más lento, se vuelven frágiles y palidecen. En los pies toman un color amarillento y se vuelven más gruesas.
2.- Labios: Aparece el famoso “código de barras” justo arriba del labio superior, ya que el músculo de esta zona adelagaza y pierde el tono. También aparecen arrugas desde los labios hacia la pera.
3.- Cambios en el peso: La mujer sube de peso hasta alrededor de los 65 años. Desde ahí, comenzará a disminuir.
De los 60 años en adelante

1.- Los músculos pierden el tono, por lo que comienza a ceder el tejido alrededor de las cejas, la papada y bolsas de los ojos.
2.- Se pierde musculatura, grasa y energía: Es por esto que las abuelitas siempre sienten frío.