La escena suele repetirse de lunes a viernes y cuando aún no se digna a aparecer el sol: despertarse con la almohada pegada a la cara, arrastrarse a la ducha, atrasarse para tomar la micro o para afrontar el taco y salir corriendo con un poco de café en un termo.

Si la historia suena familiar, tenemos muy malas noticias: saltarse el desayuno conlleva a más problemas de salud que salir a manejar con los ojos vendados; aunque claro, esto es a más largo plazo.

Darnos el tiempo de comer saludable en las mañanas podría ahorrarnos muchos exámenes, citas al médico o idas a Urgencias y existen distintas investigaciones que lo avalan. Aquí resumimos los efectos negativos más importantes que reunió el portal español ABC:

1.- Puedes desarrollar síndrome metabólico (o resistencia a la insulina)
Un estudio de la revista “Public Health Nutrition” arrojó que los adolescentes que desayunan poco o nada tienen un 68% más de probabilidades de desarrollar síndrome metabólico.

Quienes sufren este síndrome presentan obesidad abdominal, aumento de triglicéridos y glucosa en la sangre y bajos niveles de colesterol bueno. Estos factores de riesgo nos llevan al siguiente problema…

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2.- Te expones a enfermedades coronarias
Los adultos que se saltan el desayuno tienen un 27% más de riesgo de sufrir un ataque al corazón o morir producto de una enfermedad cardíaca que quienes no lo hagan.

El estudio es del Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, donde analizaron a más de 26 mil hombres de entre 45 a 68 años Esta investigación es aplicable a mujeres y tomó 16 años realizarla, así que háganles caso.

 Jonathan Lin (cc) | Flickr
Jonathan Lin (cc) | Flickr

3.- Te faltará la energía
Comenzar la jornada sin nada en el estómago disminuye la capacidad de concentración y rendimiento intelectual y hace que la persona ande de mal humor. Además, provoca una permanente sensación de cansancio.

Esto ocurre porque el desayuno es la “chispa” con la que arranca nuestro cuerpo cada día, después de varias horas sin consumir alimentos debido a que estamos durmiendo (de ahí viene su nombre: des-ayuno).

4.- Puedes subir de peso
Es común escuchar que algunos no comen nada en la mañana porque no sienten hambre. Pero esta falta de apetito puede deberse a un exceso de calorías a la hora de la cena.

Esto retrasa el vaciamiento del estómago y enlentece el tránsito intestinal, también produciendo el incómodo estreñimiento. Y si no se toma nada en la mañana siguiente, se continúa este círculo vicioso.

Para mantener nuestro cuerpo en equilibrio, hay que hacer como mínimo tres comidas al día y el desayuno tiene que abarcar el 20% de las calorías diarias. Un desayuno ideal sería el que incluyera lácteos, cereales o pan, algo de fruta y proteínas. Por ejemplo: un bol de yogur con manzana picada y un pan con jamón de pavo. También hay que evitar alimentos muy grasos o llenos de azúcares.