¿Cada vez que te proponen pasar al ring de cuatro perillas inventas excusas como “estoy cansado/a” o “tengo mucho trabajo”?
La Encuesta Nacional UDP del año 2009 arrojó que apenas el 18,4% de las chilenas estaban felices con su vida sexual y lo mismo ocurrió con sus pares, ya que sólo el 22% se encontraba satisfecho. Por eso, te dejamos el listado de la revista “Men’s Fitness” sobre las posibles causas por las que estás usando la cama sólo para dormir.
1) Estás tomando antidepresivos
Un bajo apetito sexual es un efecto secundario frecuente de estas pastillas, pero como la depresión tampoco es un afrodisíaco… no es tan simple como llegar y dejarlas. De hecho, los especialistas recomiendan tratar el cuadro psiquiátrico primero o reajustar la dosis, pero jamás abandonar el tratamiento.
No es el único caso: cualquier medicamento que reduzca la testosterona (como los fármacos para el cáncer de próstata), que inhiba los receptores de serotonina (como muchos prescritos por el psiquiatra) o baje la presión sanguínea o colesterol, podría afectarte.
2) Exceso de alcohol y cafeína
Si bien tomar un par de cervezas puede volvernos más desinhibidos, si te pasas de la mano deprimirá tu sistema nervioso, produciendo disfunción sexual en los hombres y problemas para alcanzar el orgasmo en mujeres.
Los hombres también deben cuidarse de la cafeína: aunque es un estimulante, puede tener el efecto contrario si es consumida en condiciones de ansiedad. Otra cosa que les puede jugar en contra es el consumo de marihuana, ya que suprime la glándula pituitaria: la encargada de regular la testosterona.
3) Ejercitar demasiado
Tener una vida sedentaria puede ser pésimo para tu desempeño sexual, pero ejercitar demasiado, tampoco te convertirá en un semental. Aquellos que abusan del gimnasio o de las dietas, llevan su cuerpo a un estado negativo, donde este no querrá gastar más energía… ni siquiera con sus pareja.
En cambio, el ejercicio de manera moderada sí es muy útil para encender las pasiones, especialmente si tiene algún elemento erótico: yoga, tango y salsa son muy buenas alternativas para volver a prender la llama. De hecho, un artículo publicado en la revista “Terapia Sexual y Marital” reportó que practicar yoga mejora la circulación sanguínea en los genitales, ayudando a la capacidad eréctil y orgásmica.
4) Vives para ver pornografía
“Ver porno de manera repetitiva y acompañarlo de masturbación sobreestimula la producción de dopamina, neurotransmisor encargado de disparar el placer sexual”, informó “Men’s Fitness”. Si esto ocurre demasiadas veces, al cerebro le costará el doble responder al estímulo de una persona de carne y hueso. La recomendación: no abusar de este recurso.
5) La paternidad
Es común que los padres y madres primerizos no tengan muchas ganas de “desarmar la cama”, debido al cansancio, estrés y cambios hormonales que sufren durante esta etapa. Además, muchas mujeres se sienten incómodas con su cuerpo después del parto, lo cual pone una nueva barrera a la intimidad.
Si bien es algo común, no hay que dejar que se extienda durante demasiado tiempo: conversar con la pareja, recuperar los espacios para los dos o visitar a un especialista pueden ser buenas soluciones.
También la baja autoestima, menopausia, desórdenes hormonales y problemas en la relación amorosa pueden influir de manera negativa en la salud sexual. Lo importante es detectar las causas a tiempo y animarse a cambiar malos hábitos cuando sea necesario, para no terminar rellenando un documento Excel con problemas y frustraciones.