Pedro Engel recordó revelador momento de su adolescencia con su mamá: "En esa foto tengo 15 años"

La mañana de este domingo, Pedro Engel compartió en sus redes sociales una foto que fue tomada durante su adolescencia y junto a su mamá.

El tarotista de 75 años publicó en su cuenta de Instagram la imagen capturada en un viaje a Río de Janeiro, en Brasil, en el año 1965.

Junto al registro de su adolescencia, Pedro Engel expresó un profundo relato en el que rememoró aquella década junto a su madre.

"El día que mi alma recordó su nombre. En esta foto tengo quince años, esa edad liminal entre la infancia y el mundo adulto. Mi madre y yo viajamos a Río de Janeiro", comenzó en el texto.

El momento crucial de la adolescencia de Pedro Engel

De la misma forma, el astrólogo ahondó en lo que significó para él llegar a esas tierras y el importante lazo que reconoció con el lugar. "Recuerdo el aire denso y salado al bajar del avión, los morros cortando el horizonte bajo un sol feroz", añadió.

"Todo era nuevo y, sin embargo, dolorosamente familiar. Lejos de la euforia turística, me invadió un llanto repentino y visceral. No era tristeza; era una nostalgia ancestral. Una voz interna me susurró: 'Ya has caminado por estas calles'. Fue la certeza absoluta de haber regresado a casa, un hogar del que mi alma había sido desarraigada en otra vida", comentó Engel.

Pedro recordó cómo su madre identificó el sentir de su hijo y lo llevó a una ceremonia de Candomblé, ritual brasileño que busca la armonía y el equilibrio.

"No entendía la lengua, pero mi cuerpo respondía a la percusión como a un latido olvidado", comentó.

En el lugar, fue abordado por una sacerdotisa, quien le entregó un revelador mensaje. "Me miró, no a los ojos, sino a lo que me habitaba, y cantó un oriki (alabanza) que resonó en mi pecho. Señalándome, dictó mi sentencia y mi bendición: 'Tú eres hijo de Iansã, y su espíritu te acompañará a trabajar con el alma de las personas'", recordó la frase en referencia a la deidad de las religiones afrobrasileñas.

"En ese instante desperté. Iansã (Oyá), la señora de los vientos y las tormentas, la única capaz de guiar a los Eguns (espíritus de los muertos), se manifestó como mi madre espiritual", continuó.

Finalmente, Pedro Engel regresó al nostálgico y potente significado de dicha ciudad brasileña: "Río no fue solo un viaje; fue el reencuentro con mi parte más eterna. Allí, entre tambores y lágrimas, acepté el destino que la vida había tejido para mí".

Recordar que, a mediados de este mes, Engel se enfrentó a un problema médico que lo mantuvo hospitalizado por una semana: un trombo en el pulmón.

A pesar de ello, logró ser dado de alta. "Cuando entras en un hospital eres muy frágil. Te sacas los zapatos, la ropa, y te vas despojando de tu rutina. Quedas en manos de un destino, sin saber lo que ocurre", comentó sobre su experiencia.