La noche de este domingo, Alison Mandel fue la primera humorista en pisar el escenario del Festival de Viña, para hacer reír al público y los televidentes.

La comediante, que se hizo conocida en El club de la comedia, está casada con su colega Pedro Ruminot, a quien conoció en el mismo programa.

Es por eso que, dentro de su rutina, Alison no perdió oportunidad en hacer chistes sobre su marido.

El primero de ellos se enmarcó en la crianza respetuosa, donde contó una anécdota con su suegra: "Fue a conocer a mi hijo y justo Baltazar estaba con una pataleta".

"Escucho que mi suegra que dice: 'Lo estás haciendo pésimo. El niño te domina, tú tienes que poner las reglas. ¿Cómo yo, que crie a cuatro hijos y todos son profesionales?'", continuó.

Entonces, agregó que "yo puedo tener crianza respetuosa con mi guagua, pero no con mi suegra, y de adentro me salió y le dije: 'Sabe qué señora, yo vivo con una de las hueás que usted crio... y lo hizo como el pico'(sic)".

El chiste sacó aplausos en el público y causó risas en Pedro Ruminot, que no pudo evitar taparse la cara.

Pocos minutos después, Alison hizo un recuento de las cosas que le gustaban de su esposo.

"Yo amo a mi marido, desde el primer día que lo vi. Yo sé que ustedes piensan altiro obvio, por su atractivo físico...", comentó, a lo que el público comenzó a reír y silbar en apoyo.

"No caché por qué se rieron... ¿Saben qué? Es porque no lo han visto en pelota", bromeó entre las carcajadas de los asistentes.

Y remato asegurando que "es que Pedro tiene algo que no tienen todos los hombres. No sé cómo decirlo para que no suene feo, pero el Pedro es flaite, y a mí no hay nada que me gusta más en un hueón que sea flaite".

Al final de su rutina, la comediante logró conquistar al 'monstruo' y se llevó las gaviotas de plata y oro.