Cada artista que se presenta en el Festival de Viña del Mar hace sus peticiones a la organización; algunas de ellas son bastante excéntricas.
Por ejemplo, Luis Miguel solicitó en su oportunidad 120 toallas blancas en su camarín y no encontrarse con nadie de camino al escenario.
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Quienes entregaron algunas luces de los requerimientos fueron los propios animadores del Festival, María Luisa Godoy y Francisco Saavedra.
Por ejemplo, contaron que Alejandro Sanz, quien abre la primera jornada, solicitó telas negras y luz cálida en su camarín, consignó Meganoticias.
Por su parte, Andrea Bocelli pidió una pelota de pilates y un teclado, lo que Godoy calificó como la exigencia más excéntrica.
En tanto, Manuel Turizo quiso tener cortinas blancas, mientras que la argentina María Becerra solo hizo requerimientos con respecto a la comida: palta y huevo duro.
Por otra parte, su compatriota, Trueno, quien se sumó a último minuto tras el paso al costado que dio Peso Pluma, solicitó hierba mate y hummus.
