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Entrevistas

Camila Power, exparticipante de Gran Hermano, se aleja de la exposición mediática para centrarse en su crecimiento personal a través del arte. La influencer y actriz revela su nuevo proyecto teatral "Viernes de por vida", una comedia corta donde el público es parte de la acción, con una exitosa primera temporada que se repetirá en diciembre. Además, incursiona como tatuadora en el estudio Black Tatuajes y atraviesa una etapa familiar delicada tras el accidente de su madre, asumiendo el rol de cuidar a sus hermanos menores. Power, siempre en constante evolución, expresa su identidad a través de cambios de look y reflexiona sobre su relación con la actuación y su pasión por el arte.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesDespués de su paso por Gran Hermano, Camila Power tomó distancia de la exposición mediática y decidió reencontrarse con su esencia a través del arte.
Hoy, la influencer y actriz vive una etapa de transformación, donde el teatro, los tatuajes y el crecimiento personal se mezclan en un mismo proceso.
En conversación con Página 7, Camila habló sobre su proyecto teatral “Viernes de por vida”, una obra que ideó y autogestionó con el objetivo de acercar el teatro a nuevos públicos.
“Tenía muchas ganas de hacer un teatro que no fuera solo para la gente del teatro. Es una comedia corta, de 30 minutos, donde el público es parte de la acción. Representa esas juntas de amigas que cuesta tanto coordinar, con personajes que podríamos ser tú o yo”, explicó.
La recepción fue tan positiva que la obra volverá en diciembre con una segunda temporada y nuevas actrices. “Nació con amigas muy cercanas, y la idea es que el elenco vaya rotando”, comentó Camila, entusiasmada.
Pero ese no es su único proyecto. Power también se ha abierto camino como tatuadora en el estudio Black Tatuajes, donde comparte espacio con otros artistas.
“Partí tatuándome ahí como influencer hace cinco años, y hoy soy aprendiz y manejo las comunicaciones. Convoqué a la Pauli Bolatti y a su pololo Felipe; ahora incluso convoqué a Gala Caldirola”, contó entre risas.
Sobre su vida tras el encierro televisivo, la exparticipante fue honesta: “Después de una sobreexposición, como fue el reality, para qué vamos a andar con cosas, fue bastante… me llevó a guardarme mucho".
“Ha sido un proceso muy bonito, como la primavera, estoy volviendo a salir al mundo, pero después de mucho trabajo interno, mucha terapia, mucha sanación, porque fue muy heavy. Por eso quise poner mis herramientas y mis servicios de algo que admiro, que es el arte del tatuaje”.
Camila también reflexionó sobre su identidad y su relación con la actuación. “Dicen que los actores deben ser un lienzo blanco, pero yo tengo varios tatuajes. Si eso complica algo, lo acepto. Mirarme al espejo y que coincida con lo que soy y con lo que veo, no tiene precio".
Actualmente, Camila atraviesa una etapa familiar importante. Tras el accidente de su madre, volvió a casa para acompañarla y cuidar a sus hermanos menores.
“Mi mamá se accidentó hace poco y tuve que volver a casa a ayudar con mis hermanos y hermanas. Ha sido precioso mirarme entre ellos y reconocernos, estar conectada desde afuera y adentro”
A renglón seguido, sostuvo que “mi mamá ahora está mejor, tuvo un accidente en casa, una mala suerte, que terminó súper mal, con varias fracturas. No podía manejar y ahí yo dije, ‘niños al colegio’, porque tengo hermanos muy chicos. Estoy haciendo de hermana mayor, que corresponde”.

Finalmente, se refirió a su cambio de look, dejando a un lado su cabellera oscura. “Siempre he sido de querer expresar mi identidad a través del físico, de los tatuajes, perforaciones, estoy llena. Y los cambios de pelo. He probado muchas colores, verde, azul, estuve hasta sin ceja”.