Este domingo 12 de noviembre se estrena la segunda temporada de Islas de Chile, paraísos al fin del mundo, programa de Chilevisión conducido por Cristián Riquelme.

En conversación con Página 7, el comunicador contó detalles del espacio ad portas de su estreno, mencionando peligrosas anécdotas que vivió.

En cuanto a lo que más le llamó la atención grabando uno de los bloque de Sabingo, sostuvo que “como le fue tan bien a la primera temporada, la gente de las islas nos recibe con mucho cariño, el mismo cariño cuando partimos con este proyecto que nadie nos conocía”.

En ese sentido, explicó que como ahora la gente los ve, “nos recibe con los brazos abiertos, con cariño, con ganas de demostrar lo mejor que tienen. Lo agradecen y eso es muy, muy reconfortante y lindo”.

Las horas de grabaciones no fueron en vano, ya que el conductor contó detalles de la peligrosa anécdota que tuvo cuando le tocó visitar Isla de Pascua.

“Sin ir más lejos, hace dos días aquí en Rapa Nui me enseñaron a hacer una actividad muy peligrosa, pero que es parte de una tradición. Y justamente en este programa lo que hacemos es insertarnos en la realidad para hacer la misma actividad que desarrollan las personas”, expresó.

Contó que lo hicieron subir arriba de un caballo donde había 200 vacas y tuvo que lacear a una. “Tenía que llevarla a un bebedero y tenían que verle una pata que tenía una herida. Tenía tanta fuerza la vaca que me bajé del caballo, la tuve que agarrar de los cuernos y me pegó una corneada aquí, en el estómago. Así que tengo una herida, como un moretón de proporciones”.

Si bien confirmó que es una herida, “no es de cuidado, no hubo sangre. Pero es un ejemplo de que estamos expuestos siempre al desarrollo de las actividades, porque la realidad de las personas tiene que ver con la exposición a ciertos peligros, y eso lo sabemos con mi equipo, por eso tenemos un equipo que es muy bueno, que es cámara, audio y un realizador, que los cuatro nos llevamos muy bien”.

“Todos están a la altura de la actividad que estamos desarrollando. O sea, si nos subimos a un bote y el mar está malo y está lloviendo, nadie duda en grabar. Eso está fuera de juicio, si lo hacen los locales lo tenemos que hacer nosotros”, agregó.

Pero eso no fue todo, ya que también detalló otro peligroso momento que vivió en el aeropuerto de Rapa Nui. “Ahora en Isla de Pascua aterrizamos y ahí tenemos otra anécdota. Nos demoramos una hora en aterrizar porque el tren de aterrizaje del avión no bajó y estaba todo el aeropuerto de Mataveri listo para la desgracia”.

Finalmente, comentó que “sacaron a toda la tripulación. Estaba la DGAC afuera con los carros esperando que el avión aterrizara si es que había una emergencia. Y esas son cosas que antes me hubiese dado lo mismo, pero ahora les tomo el peso que corresponde. Soy padre, me tengo que cuidar”.

Cristián Riquelme y sensaciones en su rol de conductor

En medio de la conversación, el animador no dudó en mostrar que se siente muy cómodo con el formato, principalmente por el contacto con la gente.

“Me he sentido feliz, contento, porque es un formato que me queda cómodo por dos cosas esenciales yo creo. Porque a mí me gusta el contacto con la gente real, y también yo en la vida no estoy en una parada de creerme algo. Yo soy yo y me muestro como soy. Incluso ni siquiera me maquillo, ni tengo un vestuario”, explicó.

En ese sentido, sostuvo que es él solo con la gente, “y ese formato a mí me queda muy cómodo porque amo a mi país. Le tengo mucho cariño y yo soy profundo admirador de las tradiciones, de las costumbres, de la geografía chilena, porque soy del sur de Chile también”.

A renglón seguido, contó que es primera vez “que se me da un espacio donde yo retrato eso con el respeto y cariño que se merece, y buscando la instancia de empatía que nos falta a todos los chilenos, que es ponerse en el lugar del otro y ver qué es lo que hace el otro para vivir”.

“Y ahí uno se da cuenta de que los objetivos de vida son todos bien parecidos en todas partes. La gente siempre quiere lo mejor para su familia, salir adelante y tiene un poco la misma frustración y los mismos miedos”, agregó.

Lo que destaca de las personas que viven en las islas

Consultado sobre lo que destaca o lo que le llamó la atención de las personas que viven en las islas, sostuvo que “la clave es justamente la de un Chile que todavía existe. Que es un Chile con tiempo, en armonía con la naturaleza, donde la gente se cuida, los vecinos se quieren, y todo se hace por el bien de uno y del otro. O sea, el bien mío arrastra al del otro y viceversa, hay poca delincuencia”.

En la misma línea, indicó que hay gente ayudándose siempre, “hay mucho trueque y respeto por su tierra. La gente que vive en la isla quiere mucho a su tierra y la respeta y habla con mucho cariño de la misma”.

“Ellos están preocupados por el vecino y comprar un kg de pan e ir a dejarle al tata que está, no sé, a 10 minutos. Esa simpleza que tiene el pueblo chileno, que es admirable, única, y muy sabia del pueblo”, añadió.

En cuanto a la isla que más le gustó, indicó que todas tienen lo suyo. “No es una respuesta políticamente correcta, pero pasa que el clima es esencial. Nosotros hemos grabado islas preciosas geográficamente, pero con un clima de viento norte con lluvia, que no hemos sacado el potencial máximo de la isla. Pero eso también es parte de la realidad”.