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EFE
El actor Keanu Reeves agradeció al FBI, la Policía de Los Ángeles y la PDI de Chile por recuperar sus relojes robados, en una carta revelada por el Los Angeles Times. Reeves elogió la colaboración internacional que permitió hallar las piezas, valoradas en 125 mil dólares. Los relojes, utilizados en la saga John Wick, fueron sustraídos en 2023 y parte de ellos fue encontrada en Santiago en 2024, lo que desencadenó la recuperación y retorno de las pertenencias al actor.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesEl medio Los Angeles Times dio a conocer una carta que Keanu Reeves envió al FBI y a la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), luego de que ambas instituciones recuperaran varios de sus relojes robados.
El documento, escrito en agosto, permaneció bajo reserva hasta ahora, cuando el FBI decidió compartirlo con la prensa estadounidense.
En su mensaje, Reeves abrió con un gesto de cercanía: “Es con profunda gratitud y aprecio que escribo esta carta”, expresó de su puño y letra.
El protagonista de John Wick agradeció directamente el trabajo del FBI, la Policía de Los Ángeles y la PDI de Santiago, destacando la colaboración que permitió devolverle las piezas.
En su breve texto, Reeves reconoció la coordinación internacional que hizo posible el hallazgo y no dudó en subrayarla.
“Muchas gracias por todo su esfuerzo, dedicación, profesionalismo y cooperación transfronteriza”, señaló.

Los Ángeles Time
La misiva, sencilla, pero emotiva, cerró con su firma y un mensaje de gratitud hacia los equipos que trabajaron en el caso.
La historia de los relojes robados comenzó en 2023, cuando una banda criminal de extranjeros irrumpió en la mansión del actor en California.
El grupo sustrajo varias pertenencias, entre ellas seis relojes utilizados durante el rodaje de la saga John Wick.
Estas piezas tenían un alto valor económico y simbólico: estaban tasadas en 125 mil dólares, es decir, más de 100 millones de pesos chilenos, por lo que su recuperación se transformó en una prioridad para las autoridades estadounidenses.
El caso dio un giro inesperado en 2024, cuando parte del botín apareció en Santiago bajo la custodia de un delincuente chileno.
Ese hallazgo permitió que el FBI y la PDI iniciaran un trabajo conjunto, que terminó con la incautación de las piezas y, finalmente, su devolución al actor.