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José Antonio Neme sorprendió al revelar en Mucho Gusto su relación con un estadounidense, con quien iba a casarse y tramitar una Green Card. La historia estuvo marcada por infidelidades, desgaste emocional y control. El punto de quiebre fue una confrontación por unos Doritos en Puerto Rico, donde la infidelidad salió a la luz. La relación terminó por la incapacidad de perdonar la traición y los problemas personales de la expareja. Neme reconoció su error, pero concluyó que el romance estaba destinado al fracaso.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesJosé Antonio Neme sorprendió este viernes en Mucho Gusto, con un revelador relato sobre la relación que mantuvo hace años con un estadounidense, con quien incluso se iba a casar.
El periodista abrió su corazón en pantalla y reconstruyó una historia marcada por viajes, celos, desgaste emocional e infidelidad.
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Neme partió contando que la relación avanzó tanto, que ya había iniciado el proceso para vivir en Estados Unidos.
“Hace muchos años yo me iba a casar con un norteamericano. Yo estaba tramitando la Green Card. Yo me iba a ir”, recordó.
Según explicó, debió contratar un abogado migratorio y viajar constantemente para concretar los trámites.
“Llevábamos dos años en los que yo viajaba muy seguido… Yo, el hueón, iba hasta donde él estaba”, comentó, detallando que su pareja trabajaba en PriceWaterhouse con base en Miami, además de proyectos en otras ciudades como Chicago y Atlanta.
Incluso, describió cómo el hombre visitó Mega en varias ocasiones: “Mi casi exmarido vino muchas veces al canal. Era como un jugador de la NBA. Mientras yo leía las noticias, él me esperaba en el camarín”.

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Con el paso del tiempo, la relación comenzó a tensionarse. Neme reconoció que cometió un error que marcó un antes y un después: “Yo hice todos los trámites (para la Green Card), hasta que me pillaron siendo infiel. ¡Yo era adolescente!”.
Con respecto a dicha traición, el animador de Mucho Gusto reconoció: “Una noche pasó lo que tenía que pasar. Una noche loca. Después siguió la relación, pasó mucho tiempo”, relató.
Pero el desgaste terminó instalándose. “Al amigo le faltaban palitos pal puente”, lanzó, explicando que el comportamiento de su pareja se volvió cada vez más errático y controlador.
El episodio decisivo ocurrió durante un viaje a Puerto Rico. Mientras iban por la carretera, una simple bolsa de snacks detonó la confrontación.
“Me pidió que le comprara unos Doritos. No estaba la marca que a él le gustaba, entonces compré otros. Los tomó y me gritó: ‘¡No me gusta esto!’”, recordó. Confundido, Neme le respondió: “¿Pero por qué reaccionas así?”. “‘¡Porque tú me engañaste!’”, le confesó finalmente su pareja.
El hombre había revisado su teléfono: “Cuando estábamos en Puerto Rico, yo dejaba mi celular encima, sin bloqueo. Entró y registró el asunto y vio la conversación”.
“Yo lo negué hasta la muerte. Ahí se cortó la mayonesa. Me dijo: ‘La infidelidad no va conmigo, ni las relaciones abiertas’”.
Tras ese episodio, regresó a Chile. Más tarde trató de recuperar la relación y viajó a Chicago con su hermana, pero el intento fracasó. “Me dijo: ‘Mira, yo no quiero verte, conversemos por teléfono. Entiende. No quiero volver contigo’. No hubo caso”.
“La infidelidad para él era algo demasiado importante y que no lo iba a perdonar”, remarcó Neme.

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El periodista también contó que su expareja cargaba con varios problemas personales. “Él tenía sus propios fantasmas mentales”, explicó.
Uno de los momentos más tensos ocurrió en Chile, durante una salida a una viña. Como su pareja no hablaba español, le pidió que le tradujera toda la conversación, porque pensaba que hablaban de él. Sin embargo, en un momento Neme se distrajo.
“Yo me olvidé porque estaba buena la historia con mi amigo… Él iba atrás sentado. Veníamos entrando a Santiago y de repente grita: ‘¡Les dije que me tenían que traducir todo, porque ustedes están hablando de mí!’”.
La reacción de Neme fue inmediata: “Yo me di media vuelta y le dije: ‘Vamos a llegar a mi casa. Tú vas a pescar tus huevadas y te vas a devolver a Estados Unidos ahora, porque a mí no me grita nadie’”.
Con el tiempo, cada uno siguió su camino. Incluso cuando Neme viajó a Washington para la investidura de Donald Trump, intentó saludarlo. “Sigue igual de bloqueado emocionalmente, igual con sus temas de celos”, afirmó.
Pese a asumir su responsabilidad —“Sí, yo fui infiel, pero también soporté muchas cosas”—, concluyó que el romance estaba destinado a fracasar. “Entonces la relación no habría funcionado”, cerró.