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Editado por Página 7
La animadora Raquel Argandoña se sinceró en Only Fama al compartir dos dramáticos episodios que vivió como madre y que la llevaron a fortalecer su fe en la Virgen de Lourdes. En el Santuario de Lourdes, Raquel recordó cómo la intercesión de la Virgen salvó a sus hijos en momentos críticos, como cuando su hija Kel sufrió un grave accidente con un potro y cuando su hijo Nano estuvo a punto de perder la vida en un choque. Agradecida y emocionada, Argandoña destacó la importancia de la Virgen en su vida y expresó su profunda gratitud hacia ella.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesRaquel Argandoña abrió su corazón en el reciente capítulo de Only Fama, donde compartió dos impactantes episodios que marcaron profundamente su vida como madre y que, según relató, la unieron aún más a su fe.
Durante la conversación con un equipo del espacio de Mega, la animadora visitó el Santuario de Lourdes, en Quinta Normal, lugar al que acude con frecuencia para agradecer y pedir protección.
Fue allí donde recordó cómo la devoción a una importante figura religiosa se convirtió en un pilar en momentos críticos para sus hijos, quienes, en distintas etapas de sus vidas, estuvieron al borde de la muerte.
“Lo qué pasa es que yo tengo dos historias con la Virgen de Lourdes, la Kel tenía un año y medio y le pegó una patada el potro en la cabeza, y la chica, o sea, nadie puede creer cómo se salvó”, mencionó Raquel con emoción.
Además, la comunicadora contó que, desesperada ante la gravedad del accidente, decidió encomendar la vida de su hija a la madre de Jesucristo.
“Yo se lo dije: ‘Virgencita, te la dejo en tus manos, pero no me la quites todavía’. Y la Kel estuvo un año y medio con casco en la cabeza y no quedó con ninguna secuela, supongo”, expresó con gratitud.
Años más tarde, Argandoña volvió a enfrentar el miedo a perder a un hijo cuando Nano Calderón, entonces de 17 años, sufrió un violento accidente de tránsito.
“Yo estaba en la Virgen de Lourdes, en Francia, en París, y el pelado chocó su Camaro cuando tenía 17 años en El Portal de la Dehesa”, detalló.
“Y uno de los fierros de esa reja que hay ahí, justo en una palmera, cruzó, o sea, por milímetros no le cortó la cabeza. Solamente terminó con un rasguño”, aseguró, aún impactada por el episodio.
Por último, Raquel Argandoña cerró su relato reafirmando su devoción: “Le debo mucho a la Virgen”.