Fernando Solabarrieta lloró al hablar de su enfermedad: "Hay detalles que mi familia no sabe"

Fernando Solabarrieta fue invitado al programa Hay que decirlo prime de Canal 13.

El comunicador conversó con Ignacio Gutiérrez y Pamela Díaz sobre su enfermedad, sin poder antes evitar romper en llanto en pantalla.

"Soy llorón. ¿Sabes qué pasa? A veces me da lata, me digo, 'otra vez este hue... está llorando'. El otro día, Fran García-Huidobro dijo: 'Me tiene harta'", comentó en el capítulo emitido la noche del viernes.

"¿Y sabes qué? Capaz que tenga razón, porque esto ya lo he contado, lo he hablado. A lo mejor la gente se ha cansado de escuchar esto y, tal vez, ya es tiempo de actos y no palabras, pero si esto le puede servir a alguien, eso es bueno", añadió el rostro de TVN.

En esa línea, Fernando Solabarrieta ahondó en oscuros parajes de su adicción al alcohol. "Se habla mucho del exceso y de las salidas, pero no va por ahí…", comenzó.

"Al mismo tiempo, me echan la culpa de la ruptura con mi mujer (Ivette Vergara), la madre de mis hijos. No la tocan. Yo prefiero decir 'ok, sí fui yo', pero hace tiempo que no tenía una salida, era mucho más triste, era solo", explicó sobre su consumo de alcohol.

Ante esto, Solabarrieta comentó en Hay que decirlo prime: "Hay detalles que ni siquiera mi familia sabe, que tienen que ver con la cantidad o la frecuencia del consumo".

Hay que decirlo prime: Solabarrieta se refirió su "coqueteo con la muerte"

En la entrevista, Fernando explicó los motivos que lo llevaron a caer en el consumo desmedido del alcohol. "No me sentía feliz. Yo siempre tenía que ser el mejor. Cuando empecé las terapias me di cuenta que no me sentía feliz", dijo.

"Hay tres piedras angulares de mi enfermedad. Nacho, es muy difícil, ir por la vida sabiendo que no eres suficiente, que nada de lo que hagas es suficiente. Eso te mata y lo que quieres es anestesiarte, que tu dolor se acabe. ¿Qué buscas? Sustancias", contó a Gutiérrez.

Respecto a su relación con la terapia, Solabarrieta ahondó: "Yo entraba con todas las ganas de sanarme, pero, en el fondo, yo entraba porque me lo pedían".

"Otra vez estaba haciendo, en mi vida, lo que la gente quería. Se me pasaba la vida haciendo lo que la gente quería que yo hiciera. Esa locura, ese delirio, fue una respuesta a eso".

A pesar de los prejuicios del alcoholismo en su salud, Fernando aseguró: "Yo no quería morirme. Nunca lo pensé. Evidentemente, lo que estaba haciendo iba para allá, pero yo no quería que sucediera", señaló.

"Me decía: 'Yo no quiero morir, pero tampoco estoy tan interesado en vivir'. Cuando estás en ese punto de enfermedad dices 'o me salvo, o me salvan, o me muero'", cerró al respecto Solabarrieta.