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The Smashing Machine, cinta dirigida por Ben Safdie y protagonizada por Dwayne Johnson, se presentó este lunes en el Festival de Cine de Venecia, provocando una notable reacción por parte del público.
El filme recibió una de las ovaciones más largas de esta edición, con los aplausos prolongándose por un cuarto de hora, haciendo que el actor y ex luchador de la WWE no pudiera contener el llanto.
La película, la primera que Safdie dirige en solitario tras haber estado al frente de títulos como Diamantes en bruto o Good Time junto a su hermano Joshua Safdie, se trata de un biopic sobre el legendario luchador de la UFC Mark Kerr.
Johnson da vida a Kerr y Emily Blunt encarna a la novia de este, Dawn Staples.
Durante la ovación de 15 minutos, Safdie abrazó a ambos intérpretes. La emoción de Johnson, que llegó a secarse las lágrimas, ha sido descrita como "la mayor" en el festival desde la reacción de Brendan Fraser en 2022, ante los seis minutos de aplausos que siguieron a la proyección de La ballena (The Whale), filme que posteriormente le valdría el Oscar a 'Mejor Actor'.
Dwayne Johnson weeps during the 15-minute #Venezia2025 standing ovation for ‘The Smashing Machine.’ This was the most emotion we’ve since on the Lido since Brendan Fraser launched his Oscar campaign here four years ago for ‘The Whale.’ pic.twitter.com/BzAjB4v6uk
— Ramin Setoodeh (@RaminSetoodeh) September 1, 2025
La rotunda e inmensa ovación hace suponer a muchos que The Smashing Machine será uno de los títulos destacados en la temporada de premios.
Incluso, Dwayne Johnson podría ser uno de los candidatos al Oscar de este año. No obstante, la experiencia ha demostrado que la duración de los aplausos en Venecia no tiene por qué ser indicativa de la calidad de la película o de cómo será recibida por el público general.
Por poner un ejemplo, la ovación en Venecia de Joker: Folie à Deux se extendió más de 10 minutos, pero las primeras críticas de la cinta fueron mixtas y algunas, particularmente negativas. La película, que no estuvo a la altura de su predecesora, acabó siendo un fiasco total.
Así, aunque la duración de una ovación puede usarse para la campaña promocional como una promesa de calidad, en la práctica no constituye un indicador fiable de su desempeño en taquilla.