Roberto Cox fue uno de los invitados al último capítulo del programa de Chilevisión, Podemos Hablar, donde contó detalles del caso de Nicolás Zepeda, noticia que le tocó cubrir en Francia.

De partida, el conductor del programa, Jean-Philippe Cretton, le preguntó si él creía que Zepeda fue el asesino de Narumi.

“Si me preguntas a mí, yo creo que efectivamente él mató a Narumi y la hizo desaparecer. Nicolás Zepeda tiene un punto cuando dice que no hay pruebas concretas sobre cómo, cuándo y dónde murió Narumi. Nadie sabe qué pasó en esa famosa habitación 106″, contó.

En ese sentido, detalló que “nunca se preocupa por llamar a la madre de su expolola, una novia a quien él amó apasionadamente”.

“Una polola que fue a ver a Francia, cruzó todo el Atlántico para ir a verla. Tuvieron 2 noches de pasión en esa habitación, por lo que él dice, y después Narumi desaparece y él nunca más llama a nadie para decirles ‘oye, yo estuve con ella, quiero saber, quiero ayudar a encontrarla’”, agregó.

Roberto Cox y actitud de Nicolás Zepeda con Narumi

Según sostuvo el periodista, la forma de reaccionar y la actitud de Zepeda frente a lo que le pasó a su expolola es lo que lo evidencia.

“Es una persona compleja y te das cuenta de eso en la forma que tiene de hablar, de responder las preguntas… Tiene un coeficiente intelectual alto, es una persona narcisista, incluso decían que es muy manipulador”, señaló.

Cox relató que cuando hablaban de Narumi, de su desaparición y muerte, “él no se emocionaba, pero sí se emocionaba y lloraba desconsoladamente cuando hablaba de la angustia que estaba sufriendo por estar tras las rejas”.

“Él llora cuando el juez le pregunta cómo han sido sus días en la cárcel. Empieza a sugerir que pasaban cosas en la cárcel con las que él no estaba de acuerdo, que él había visto cosas”, añadió.

Finalmente, Roberto precisó que estuvo mucho tiempo involucrado en la investigación. “Este caso me tiene hace dos años atrapadísimo. Me iba a duchar, a dormir pensado en esto, llegué a soñar con Narumi. La gente que cubría el caso soñaba con ella”.

“Cuando él dice ‘yo no soy un asesino’… en la mente de Nicolás Zepeda, Narumi se tenía merecido este destino”, cerró.