Este lunes se verá en las pantallas de Mega un capítulo de alto impacto en Generación 98. Y es que Gonzalo (Nicolás Oyarzún) escuchará una reveladora conversación entre Martita (Daniela Ramírez) y Samuel (Gabriel Urzúa), y terminará protagonizando una romántica declaración a su excompañera de colegio.
En medio del viaje a Punta Virgen, la enfermera llama por teléfono a su mejor amigo para contarle que, al parecer, su atracción por Gonzalo es mutua, ya que ha habido cierta tensión en sus conversaciones cuando se quedan solos.
Sin embargo, la emoción le impide darse cuenta de que su amor platónico está escuchando sus palabras: “Al Gonzalo yo también le gusto”.
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Totalmente pillada, Martita asegura que estaba hablando con una amiga, pero tenía problemas con la señal, así que era mejor volver con el resto del grupo.
“Es que estabas de espaldas y te escuché. Perdón, no tenía por qué”, reconoce el esposo de Javiera, acercándose.
“Ay, Gonzalo. Es que para mí este viaje ha sido muy significativo, ¿me entiendes? Nunca había vivido algo así y creo que estoy media hiperventilada, entonces no te quiero incomodar”, le dice ella, tratando de salir del paso, antes de quedar congelada por la confesión que vendría después.
“Es verdad… Eso que le dijiste a tu amiga, es verdad. Me gustái, Martita. Y no te puedo sacar de mi cabeza“, reconoce Gonzalo.
Generación 98: Gonzalo le confesará sus sentimientos a Martita
“Esto es un cagazo, ¿no? Perdón por decirte esto”, añade rápidamente el personaje de Nicolás Oyarzún.
Pero su compañera está en las nubes, pensando en cuántas veces se imaginó un escenario como ese, sabiendo que era imposible. “Nunca me pasó por la cabeza que tú podías sentir lo mismo”, confiesa.
“Yo igual. No sé cómo pasó, pero desde que nos reencontramos y te vi, la mujer en la que te transformaste, cómo piensas, cómo eres… no sé. Eres una persona muy importante”, sigue diciendo Gonzalo.
Además, le explica que, desde que lo echaron del trabajo, ha tenido tiempo para pensar en lo que quiere y necesita. Eso mismo lo llevó a descubrir que con Javiera se siente solo, pero con Martita le pasa algo totalmente diferente.
“Cuando hablamos, me gusta que me escuches. Y cuando nos apoyamos, me siento contento. No es que me gustas, Martita. Es que me haces sentir tan bien…”, son las palabras con las que cierra el diálogo.
Al final del capítulo, la enfermera le dice con los ojos vidriosos que está a punto de ponerse a llorar.
