En mayo pasado, la diputada Marisela Santibáñez vivió un doloroso momento, que tuvo como responsable al autodenominado Pastor Soto.

Todo se originó a la salida del Congreso, cuando el religioso afirmó que la muerte de su hija Rafaela habría tenido relación con su forma de ser.

Esto quebró a la parlamentaria en la Cámara: “Digan de mí lo que quieran, cuestionen todos mis actos, pero la muerte de un hijo no es un argumento para atacar a una política”, dijo en el hemiciclo, en aquella oportunidad.

“Esto afecta a mi familia. Si ustedes, como Cámara de Diputadas y Diputados, no me protegen, me voy a tener que proteger sola. Me voy a tener que proteger con mi gente”, agregó la congresista.

Ahora, en su visita al programa Podemos Hablar, la noche de este viernes, Santibáñez recordará este duro episodio.

Él me grita asesina, corrupta, mentirosa, que ayudo a asesinar niños. Tú que ayudas a asesinar niños”, comenzó diciendo en el espacio que conduce Jean-Philippe Cretton, de acuerdo a un adelanto al cual tuvo acceso Página 7.

“Esto no lo vengo escuchando hace una semana, o ese día de mayo, son años. Es como una condena, o un karma, estar a favor o trabajar por una política pública de salud, que tiene que ver con el aborto terapéutico en tres causales en nuestro país, o el aborto libre en otras partes#, agregó.

Asimismo, indicó que “a él le da derecho de mezclarlo con la muerte de mi hija. No, señor, no tiene ningún derecho“.

Marisela Santibáñez apuntó a la Cámara

En la conversación, Marisela Santibáñez confesó que “lo que más me afecta, es cómo la Cámara de Diputados se conmueve con que yo soy la mamá de la Rafaela, porque soy mamá, porque perdí a una hija, y porque soy heterosexual”.

¿Por qué no se conmueven por lo mismo que le pasa a Emilia Schneider? Porque no se conmueven cuando lleva un vestón, y le gritan Emilio a nuestra querida compañera Emilia. Eso no es de Dios”, lanzó.

Volviendo al Pastor Soto, la congresista afirmó: “Yo quiero creer que es un fanático, pero lamentablemente es peligroso. Entré con mucha rabia al hemiciclo, faltaban muy pocos días para el aniversario de Rafaela, y me dio mucha impotencia, que permitamos una vez más esto”.

Respecto a lo que más le dolió de lo vivido, Marisela sostuvo que “fue no poder contestarle y que la Cámara no reaccionara de la misma forma ante repudios a gente que es homosexual o trans, pero les duele cuando se trata de una mujer heterosexual, de una mamá”.

Marisela Santibáñez y la lucha contra el cáncer infantil de su hija

“Yo siempre lo he dicho, el dolor de un hijo no se supera jamás. Esa niña vino a darme una razón para seguir viviendo”, manifestó la parlamentaria en el programa de CHV.

“Tengo la fortuna de nunca haber tenido depresión, no sé lo que es una crisis de pánico. Cuando Rafaela falleció, yo nunca me mediqué, lo viví en carne cruda“, añadió.

También acotó que “hoy día creo que, con doce años, Rafaela tendría 19, pero siempre la voy a recordar con 7”.

Por último, habló de los últimos instantes con vida de la pequeña Rafaela: “A las 12 de la noche del 27 de junio, con el papá de la Rafa, sabíamos que sus órganos no reaccionaban. El último impulso que le dieron al corazón ya no reaccionaba, y decidimos no más, no inyectarle nada más“.

“La doctora nos dijo, ‘la Rafita, de aquí a doce horas, no va a estar, si ustedes toman esa definición’. Le tomé los pies a la Rafaela, y le dije, ‘vuela, hija mía, no piense en la mamá’”.