Fueron varias las confesiones que hizo Daniel Fuenzalida la noche del martes en Juego Textual, donde analizó el final de sus programas Me Late y Me Late Prime, que el viernes emitieron su último capítulo.
Las panelistas del espacio no perdieron oportunidad para abordar uno de los temas más polémicos que se tomaron la pauta este fin de semana. Por lo mismo, hicieron que el invitado contara qué había detrás de la decisión de TV+.
“¿El intempestivo final se debió a una mala evaluación del trabajo de su equipo? ¿O fue por una ‘mano negra’ que conspiró en las sombras para acabarlo?”, planteó Rayén Araya, excompañera de Daniel en Extra Jóvenes.
“Como se dieron las cosas, no tengo dudas de que debe haber habido una mano negra, porque no hay razón alguna para que el programa haya salido del aire de la forma en que salió”, respondió el locutor radial, aclarando que no se refería al periodista Iván Núñez, como se comentó en redes sociales.
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“Yo creo que sí o sí hay una mano negra, pero que debe ser desde el interior del canal“, reflexionó.
En esa línea, cree que podría tratarse de “alguien que no le gustaba nuestro proyecto, no le gustaba nuestro programa, no le gustaban los panelistas o no le gustaba yo. Pero en vez de hacer algo claro y transparente, creo que hubo cosas que se hicieron por abajo“.
Respecto al área legal, el animador aseguró que está manejando con abogados el cómo se termina el ciclo con el canal de televisión, y que no está todo claro debido al poco tiempo que ha pasado desde la noticia.
Daniel Fuenzalida reconoció “humillación” de parte de los ejecutivos
Por otro lado, Fuenzalida comentó que en la reunión que sostuvo con sus jefes, entendió que el programa no iría más, pero su pregunta era cómo cerrar el ciclo.
“Yo dije ‘a fin de año, puede ser’. A lo más, si los ejecutivos están apurados, podía ser a fin de mes”, reconoció el animador, añadiendo que pidió que al menos le dieran una última semana para despedir el programa con sus panelistas.
“Me dijeron que no, que el programa había terminado ese viernes”, confesó con tristeza.
“Me dijeron que, como trabajamos en farándula, se podía prestar para que jugáramos un poco con esto y era mejor hacer un corte inmediato”, añadió.
“Cuando la conversación iba avanzando, yo estaba shockeado realmente. En un momento propuse y les dije a los ejecutivos ‘por último el lunes ¿puedo ir al aire y despedirme en pantalla?’… Ellos se miraron y yo me sentí humillado porque estaba pidiendo por favor terminar un ciclo de 8 años”, relató también.
“Estaba como rogando poder volver a la pantalla… Me dijeron ‘lo vamos a pensar y te lo vamos a comunicar. Gracias'”, agregó.
Al día siguiente se juntó con otro ejecutivo en la mañana, y le dieron luz verde para aparecer por última vez. Sin embargo, prefirió declinar la oferta. “No voy a estar rogando salir al aire”, sostuvo.
Rigurosidad periodística y confianza en su equipo
“Llevo 25 años en la televisión, sé las reglas del juego, los ejecutivos pueden hacer el contenido que quieran. La oferta mía a lo mejor ya no les gustó y cumplió un ciclo. Lo que me da pena es que la forma no fue buena”, lamentó.
Además, descartó tajantemente que la causa fuera falta de rigurosidad profesional. “En todos estos años pocas veces pedimos disculpas, porque pocas veces nos equivocamos o nos pasamos (…) Yo confiaba mucho en la edición periodística de Andrés Caniulef y en mis periodistas“, dijo.
Y añadió: “Ellos reporteaban todo el día, chequeaban información, y, teniendo todo eso, el resto es el show televisivo”.