A inicios de junio, la actriz Fernanda Ramírez anunció que cambió el orden de sus apellidos, y a partir de ahora será Salazar, como su madre. De hecho, comenzó con las averiguaciones en cuanto entró en vigencia la ley que permitía este arreglo.

Según contó recientemente a Las Últimas Noticias, la intérprete no se sentía representada por su nombre anterior. De hecho, habló con la producción de La Ley de Baltazar para aparecer en los créditos con el apellido correcto, mientras sigue a la espera de su nuevo carné de identidad.

Con la normativa nueva, confesó que se sintió en deuda con su madre. “Era una forma de darle la importancia a mi círculo, a la familia materna que me dio todas las herramientas para ser quien soy”, dijo.

De hecho, Fernanda creció con su mamá, Marianela, de actuales 65 años, y también con sus abuelos maternos en una casa ubicada en La Cisterna.

“Fue una madre soltera en los 90 y eso era difícil. Trabajó mucho como secretaria ejecutiva en el Ministerio del Trabajo, el Banco Santander y Sura”, recordó.

Mi padre lamentablemente nunca estuvo presente, pero llevaba su apellido. No sentí ningún vínculo con ese nombre. A él lo conocí a los 16 años y nunca más tuve contacto”, añadió.

El cambio de apellidos de Fernanda: un trámite que tarda

La actriz que actualmente da vida a Anita en la teleserie vespertina de Mega ingresó a la página del Registro Civil, descargó un cuestionario y pidió hora para llevarlo a la oficina.

Según comentó, es un trámite sencillo, pero el servicio ha tardado más de 45 días en entregarle sus nuevos documentos.

Su madre, en tanto, se siente “súper orgullosa, contenta. Es un reconocimiento al trabajo que hizo conmigo, ya que siempre estuvo presente cumpliendo el rol de madre y padre”, indicó Fernanda.

“No permitió que la ausencia del padre fuera un tema y nunca habló mal de él. Hoy tengo con ella una relación muy bonita, pero nos ha costado“, reconoció, explicando que en su adolescencia fue muy dura con su madre, criticando su manera de hacer las cosas.

“La veía como una persona perfecta y le exigía mucho. Creo que ella quería evitar que cometiera errores y sufriera, pero se trata de procesos y ella entendió que tenía que vivirlos”, agregó.

Finalmente, la actriz aseguró que ahora que ella también tiene un hijo, la relación de las dos mejoró mucho. “Comprendí que ella estaba aprendiendo a ser mamá al tenerme a mí”, concluyó.