El año pasado, justo antes de la pandemia, y vislumbrando un poco lo que se venía, Emilio Edwards comenzó a hacer Lives en redes sociales, compartiendo prácticas de meditación. Estos mismos, según sus palabras, mutaron en un espacio por Zoom con clases de yoga.
Su grupo de alumnos se mantuvo hasta enero, momento en que decidió dedicarse a otra actividad laboral en la que emprendió: ofrece coaching a varios clientes, a quienes asesora en este rubro.
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Con el tiempo, su grupo le pidió continuar con las sesiones, y siendo algo que el actor disfruta mucho, decidió efectivamente retomar, y a partir del jueves 6 de mayo, a las siete y media de la tarde, comenzará con este nuevo ciclo. Así lo dio a conocer a través de su cuenta de Instagram, donde tiene más de 84 mil seguidores.
Buena parte de esa popularidad, sin duda, se debe a su exitoso paso por la teleserie Verdades Ocultas, donde interpretó durante 5 temporadas a Nicolás, mejor amigo de Tomás y chef de la picada de los Soto.
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Facilitador de procesos personales
“Lo que me interesa ahora es potenciar el concepto de generar una práctica personal. Vamos a juntarnos una vez a la semana, sincrónico, y el resto de la semana asincrónicamente queda la clase grabada y eso lo tiene cada uno para practicarlo cuando uno quiere, cuando uno puede y en tu propio ritmo”, explicó Edwards en entrevista con Página 7.
Su objetivo, más que ser un profesor que guía la clase, es ser un facilitador que acompaña el proceso personal. Esa misma disciplina es la que él ha desarrollado por 18 años, desde que partió la práctica del yoga en su adolescencia.
“Comencé en las escuelas de teatro, con maestros como Elías Cohen… Después de la escuela me iba a hacer danza. El yoga y la danza siempre han sido disciplinas que me han acompañado y que he elegido hacer. Después practiqué en profundidad con Loreto Cortés el Ashtanga Yoga, que continúo haciendo hasta hoy. Pero en 2015 me decidí a estudiar Yoga Kundalini porque me gustó mucho toda la enseñanza de Yogi Bhajan, el maestro que es de India y viajó a Estados Unidos entre los 70′, 80′, y masificó esto en occidente”, comentó el actor.
En ese sentido, detalló que se trata de “un sinfín de prácticas y tecnologías, que le llaman, porque son desarrollos de conceptos y técnicas milenarias que principalmente se inscriben a través de asanas, secuencias de ejercicios que se llaman kriyas, y meditaciones, que son millones de meditaciones para distintas cosas (para dormir bien, para la ansiedad, para el estrés, los miedos, etc.)”.
Emilio reconoció que toda esa amplitud lo alucinó. “Sin duda que el solo hecho de meditar ayuda en un montón de aspectos en tu vida, y es por medio de esta práctica regular que tú puedes ir integrando esta frecuencia a otras esferas y a la forma de relacionarte con todo el entorno”, dijo.
“Es una capacidad de desarrollar una observación, ser testigo de lo que uno mismo hace, dice y piensa. Eso hace la meditación: darte un espacio de auto observar. No dejarnos llevar por la ola, sino que ser consciente y estar presente. Eso he desarrollado en todos estos años de práctica”, aseguró.
La pandemia y la protección
Un momento de pandemia es un escenario ideal, dice Emilio, para implementar esta práctica, pues no queda otra que enfrentar los desafíos tanto internos como externos que traen todos estos cambios.
“Somos expertos en evadir, procrastinar y no tomar responsabilidad de lo que tenemos que hacer. Una conexión con la espiritualidad, que es lo que ofrece el yoga en un momento de encierro, es una tremenda posibilidad para profundizar en nosotros mismos“, reflexionó el intérprete de 36 años.
Según contó, ayuda a potenciar el sistema inmunológico porque elimina toxinas y equilibra el sistema endocrino, además de fortalecer el sistema nervioso.
En términos físicos, es muy positivo porque protege, “y en términos internos, la espiritualidad -que está en todo- es una energía que genera, mantiene y destruye. Conectarnos con eso es conectar con la vida, la naturaleza, la respiración y las personas, cuidar nuestras relaciones, nuestro cuerpo y nuestro trabajo”, aseguró en la entrevista.
“Ser espiritual es eso, que te vaya bien y hacer lo que te gusta, pero lo más importante: hacer una contribución. No solamente por ti. Para mí la espiritualidad es cómo tú puedes contribuir con eso que tú tuviste acceso a aprender y que a otros les sirva”, explicó también.
Ese es el objetivo de estas clases. “Es un espacio para entregar una información que yo recibí, y que me ha servido, para que a otros también les sea útil y puedan mejorar sus vidas en algún aspecto. Ese es el propósito”, concluyó.
