El pasado lunes 15 de marzo Mega estrenó la teleserie nocturna Demente, la cual ha logrado mantenerse entre los primeros lugares de sintonía en sus primeros días al aire.
En el destacado elenco destaca Ingrid Cruz, quien da vida a la detective Javiera Cáceres, quien junto a Francisco Pérez-Bannen (Gonzalo Leiva), son los principales encargados de dar con el paradero de Mateo. pequeño que fue secuestrado en medio de un portonazo.
También puedes leer
Para aquel personaje, la actriz nacional se preparó durante meses con un equipo multidisciplinario compuesto por un boxeador, un funcionario de la PDI y su expololo kinesiólogo, Ignacio Roco.
“El proceso de entrenamiento fue bastante arduo. Primero tuve que aprender a disparar, a sostener una pistola, saber cargarla. Todo lo que tiene que ver con las armas”, dijo a Las Últimas Noticias.
“Además, con Javier Castillo (subcomisario de la PDI que la asesoró), vimos cómo es una redada y todo el proceso de hacer a un policía. Con él también hicimos un poco de defensa personal y llaves”, agregó.
Ver esta publicación en Instagram
Además de la técnica, también hubo bastante ejercicio. Ingrid relata que tuvo prácticas de boxeo y patadas con Christián “Sensei” Farías y su ex, Ignacio Roco, la ayudó con el entrenamiento diario.
Roco describe cómo fueron las rutinas. “Alrededor de una hora, las hacíamos en el patio de su casa y eran con TRX, pesos, saltos y escaleras de velocidad y coordinación, también mucho trabajo de abdominales”, detalló.
“Nos tenemos mucho cariño y muy buena onda. Siempre estamos dispuestos a ayudarnos el uno al otro en lo que sea”, complementó.
Mientras que la actriz señaló que no le molesta trabajar con él. “Es alguien que veo mucho y forma parte de mi vida. Es un excelente kinesiólogo y persona”.
Ver esta publicación en Instagram
Recordemos que la intérprete reveló en noviembre del año pasado que su relación con Ignacio, 14 años menor, había llegado a su fin.
Pese a todo el esfuerzo, Ingrid reconoce que eso no ha sido lo más complicado a la hora de enfrentar su rol como policía. “Lo más difícil son los textos, hablar en la jerga que utilizan y que suene de manera verosímil, porque hay muchos términos que uno no usa en la vida diaria”, cerró.
