Durante el debut de Got Talent Chile en marzo pasado, uno de los participantes que se robó la atención fue Luis Miranda, comediante de 26 años que se convirtió en uno de los más queridos por los televidentes.

Él fue el primero en llevarse el ‘botón dorado’ del espacio, gracias a una rutina sencilla y cargada de humor negro. El oriundo de Vicuña conversó con Página 7 para relatar cómo fue su experiencia: “Estaba demasiado nervioso, porque era mi primera vez que actuaba en Santiago, tenía mucha emoción”.

Pese a confiar en sus capacidades, Miranda jamás se imaginó el éxito que iba a generar en el espacio de Mega, mencionando que tras recibir la aprobación del jurado, logró botar toda la tensión.

Edo Caroe y Pedro Ruminot son sus grandes referentes, es por esto que él no tiene temor en realizar una rutina ácida: “Todos tenemos la forma de ver la vida como nosotros queramos, entonces al final mi manera es a través del humor”.

Sobre sus planes a futuro, el comediante confesó que le encantaría cumplir uno de sus principales sueños como artista: “Ojalá pueda llegar lo más lejos posible para seguir dándome a conocer y ganar experiencia. Y en general me gustaría poder actuar y llenar bares o teatros, presentarme en regiones obviamente después que pase toda la pandemia”.

Con los pies bien puestos en la tierra, Luis afirma que por el momento el Festival de Viña no es una meta a corto plazo ya que espera “ir con la seguridad de lo que hago es bueno y eso toma su tiempo”.

Su historia de sacrificio

Tal como relató en su rutina, en su nacimiento tuvo un problema de descoordinación lo cual lo llevó a estar algunos minutos sin respiración, lo que lo dejaría en estado vegetal, según los doctores.

Pese a los diagnósticos desfavorables, el comediante luchó en un extenso proceso de rehabilitación en la Teletón.

Sobre su situación, Miranda comentó que lo llevó a tener problemas en la adolescencia: “Lo pasé muy mal en la educación media, con muchos cuestionamientos propios, por qué nací así, por qué soy tan feo, cosas que pasan en esa etapa. Entonces ahí tomé la opción de luchar, de que tengo que superarme y empecé a escribir, primero poemas, lo que no me resultó mucho, luego cuentos y terminé con chistes”.

La depresión es lo que me llevó al humor, es que uno pasa por momentos malos, uno tiene que ser lo suficientemente capaz de ver hacia dónde va la vida, entonces sentía que no iba bien encaminada y seguía cayéndome en ese hoyo. Así que tomé la decisión de ir superando barreras, irme riendo de las cosas y ahí empecé a decir que ‘algún día seré comediante’, porque todo lo que me pasaba me podía servir como chiste y ahora está funcionando”, confesó.

Sobre el apoyo que ha recibido en las redes sociales, Luis Miranda manifestó estar muy feliz con el cariño del público: “Me han hablado muchos que viven con una persona en situación de discapacidad, me dicen que para ellos soy un referente de cómo tomarse la vida y eso me llena de orgullo, es un cargo que uno nunca buscó pero es genial”.

Eliminemos los prejuicios y el sentido de lástima por la gente en situación de discapacidad, nosotros somos iguales”, concluyó.