Renato del Valle fue uno de los participantes más destacados de la segunda temporada de Masterchef Chile, donde fue el favorito de varios televidentes.

No obstante, no logró ser uno de los semifinalistas y, tras su eliminación, volvió a lo suyo: la fotografía.

Del Valle se especializa en retratos y en publicidad de moda, y entre sus reconocidos “clientes” tuvo a los actores nacionales Fernanda Urrejola e Ignacia Allamand o, incluso, a expresidentes de la República como Sebastián Piñera y Michelle Bachelet.

Debido al estallido social su trabajo se vio afectado. Según explicó a LUN, “mi trabajo bajó a cero, nadie arrendaba mi estudio fotográfico.

Esto lo motivó a irse a Colombia, para cumplir su sueño de tener su propio restorán. Hoy está instalado con su esposa y su hijo de 1 año, específicamente en un lugar llamado Chocó.

“En 2012 vine a Colombia y una pareja me habló del Chocó. Ese mismo año invité a mis hijos mayores y estuvimos dos semanas acá. Nos metimos al agua y lo primero que escuchamos fueron ballenas cantando, naturaleza por todos lados y nos enamoramos de este lugar”, contó sobre por qué eligió este destino.

No quería criar a su hijo en la ciudad

“En 2017 me casé con Claudia Fahrenkrog y como papá no quería criar un hijo en la ciudad, quería un lugar natural. Empecé a buscar sitios pero en todos el turismo duraba tres meses y yo necesitaba actividad constante”, debido al negocio que quería instalar.

Por eso pensó en Colombia, hasta donde viajó nuevamente en 2018 a buscar un lugar. “Encontré una casa y la compré. Tiene un terreno de 5.000 metros cuadrados. Acá no hay caminos, ni autos, ni motos, es lancha y playa”.

Renato del Valle también contó que “hay mucha pesca. No hay estaciones, casi todos los días llueve un poco y el clima es muy húmedo, con 28 o 30 grados. La temporada seca es enero, febrero y marzo, que es la temporada baja en turismo porque no hay ballenas. La temporada turística empieza con la llegada de las ballenas: aquí se aparean, dan a luz y se quedan, de junio a octubre”.

Sus planes cambiaron

Según contó al mismo medio, quería viajar cada seis meses para construir poco a poco su restorán, pero como casi no tenía trabajo se fueron a construir de una vez. Él viajó primero, a fines de 2019, y al mes después su esposa e hijo.

“Después llegó el coronavirus y nos quedamos acá. Estamos mucho mejor que Chile, allá no tenemos casa propia”, expresó.

El fotógrafo aseguró que llevan una vida de campo, pues se levantan a las 6 de la mañana: “Desayunamos, Claudia se pone a ordenar y yo me voy al huerto a trabajar, pero aún no da alimentos. Vamos a sacar pepino, piña, tomate, pimentón, papaya, yuca, berenjenas y ají. Ahora consumimos verduras que compramos en el almacén, no hay supermercados. Se come pescado, patacón, arroz. Hay camarón de río y se pesca atún de aleta amarilla”.

“Es como vivir en un parque nacional. Los niños acá juegan con bolitas, al luche, salen a pescar, no están metidos en internet, acá no hay y los que tenemos es satelital, que no es muy rápida. Se vive de forma muy sencilla, pero no veo pobreza”.

“Yo puse paneles solares, el agua la sacamos de un río, con una bocatoma hasta los tanques y con eso se alimenta la casa. Lo único que gastamos es en gas para la cocina”, añadió. Además, contó que tienen lo básico: “lavadora de plástico, porque todo se oxida, un refrigerador chico y una juguera”.

El sueño de su restorán

Lamentablemente, según contó, “no alcanzamos a abrir, porque justo cuando íbamos a empezar a comprar mesas, sillas, platos y copas llegó el coronavirus y paramos todo. El restorán se llama Apapache y tiene una terraza donde caben 30 personas, pero ahora con los nuevos protocolos vamos a tener que recibir la mitad de personas”.

“Está junto a la casa que tiene una cocina grande, una pieza donde dormimos los tres y una terraza trasera. Está frente a la playa. La idea es poner cabañas a futuro”, agregó Del Valle.

Finalmente, aseguró que no está en sus planes regresar a Chile por ahora: “El destino nos trajo acá en un momento especial, para nosotros fue casi mágico. Estamos tranquilos, despertamos con los pajaritos y no vivimos en cuarentena. Estamos súper contentos”.

Revisa algunas imágenes de su nueva vida en este ‘paraíso’

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