Este lunes Daniela Aránguiz lanzó varias críticas en La Mañana de Chilevisión contra el show de lanzamiento de la gira Mekano, que se realizó en la comuna de Maipú.

En este contexto, la exfigura del programa juvenil aseguro que faltó preocupación en cuanto a vestuario, maquillaje y peluquería. “Se pusieron un buzo, unas zapatillas y se fueron a clase de Zumba”, afirmó.

Además, otro detalles que llamó la atención durante este momento en La Mañana fueron los datos que entregó Aránguiz sobre los supuestos sueldos que tienen los participantes de la gira Mekano.

En esta línea, Daniela indicó que a las figuras del “Team Mekano” les pagan $200 mil por evento, mientras que los brasileños —Bruno Zaretti, Fabricio Vasconcellos y Thiago Cunha— cobrarían $1 millón por cada show.

Y, al parecer, estos dichos de Aránguiz no cayeron nada de bien a sus excompañeras del programa juvenil, siendo Vivi Rodrigues, Rosemarie Dietz y Romina Sáez quienes le respondieron a la deslenguada panelista.

“Nadie me tiene que decir lo que puedo o no puedo usar, menos Daniela ¿Qué tiene que opinar ella si yo uso pantalón, short o falda? No quiero pelear con ella, pero yo decido lo que hago con mi imagen, mi cuerpo y mi vida”, afirmó Rodríguez al diario nacional Las Últimas Noticias.

En tanto, Rosemarie —amiga de Aránguiz— también defendió a la producción de la gira y aseguró que no todos tienen los recursos que tiene la panelista. “La Dani está en otra etapa de su vida y se puede dar el lujo de comprarse todos los zapatos que quiera, de viajar y vestirse bien. No todos tenemos esa facilidad”, comentó Dietz al medio.

Por su parte, Romina —quien tuvo un tenso contacto telefónico con Daniela en el matinal— conversó con Página 7 y aseguró que Aránguiz hizo algo “muy bajo”, que fue hablar de dinero. “Ella está un poco acostumbrada a eso, a mencionar las platas, pero es parte de su vida yo creo”, señaló.

Finalmente, Saéz indicó a LUN que encontró desubicada sus bromas sobre la tercera edad y que Daniela “fue soberbia para hablar” cuando comentó que había subido escalones, y que volver a Mekano sería “bajar”.