‘El Catador’ se ha convertido en un querido personaje de Lugares que hablan. El encargado de darle vida es nada menos que David Liempi, quien ha estado en todas las temporadas del programa, a lo largo de casi cinco años.
Y es que el camarógrafo -que se dedica también a evaluar las preparaciones mostradas en el programa- confesó haber aumentado no sólo su fama sino también algunas tallas debido a los manjares que ha debido probar en todo Chile.
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Frente a esto, confirmó a La Cuarta, haber subido “entre 8 a 15 kilos más o menos, en promedio, por temporada“, sin embargo, no parece molestarle. “No soy tan preocupado de la dieta, hay que aprovechar de comer bien“, añadió.
Según explicó, todo se debe a la gratitud de las personas. “Es el cariño de la gente. Cuando volvemos a Santiago uno trata de comer un poco menos, pero afuera es diferente, todo es fresco, hecho a mano, uno no se puede negar“.

Pese a que el equipo de Lugares que hablan intenta no sucumbir a cada plato en cada una de las secuencias que deben filmar, negarse es casi imposible según Liempi: “Igual te meten una tortilla en el bolsillo”, aseguró.
El origen de su personaje
De comida no fue lo único que conversó con el citado medio. Junto a eso explicó que el personaje del Catador fue inesperado. “Al principio era apoyar al Pancho con las secuencias, dentro de eso era el camarógrafo que tiraba la mano para comer una cosita, se fue dando de poco“, pero pronto adquirió vida propia.
Consultado por este fenómeno ‘Pancho’ Saavedra recordó que específicamente el personaje de Liempi se creó en Pichilemu, cuando a él le dio “nervio” probar un caldillo de vieja ofrecido por el sommelier de aguas Marcelo Pino. Fue entonces cuando “el director de la época, hizo que David probará el plato y lo llamó El Catador”.



