Este miércoles en La Mañana de Chilevisión, los panelistas hablaron sobre el indignante caso de la menor que fue agredida en un jardín infantil del Hospital de Puerto Montt.

En este contexto, el periodista Juan Pablo Queraltó quiso revelar un experiencia bastante similar que vivió en un establecimiento educacional en Rancagua, cuando tenía 4 años, afirmando que lo marcó de por vida.

Según su relato, los niños y niñas debían almorzar en el jardín. No obstante, un día le sirvieron porotos, un plato que no le gustaba, pero aún así lo obligaron a comer. “Yo los vomité (…) y al vomitarlos, me los hicieron comer igual”, reveló el periodista, consternado a los sus compañeros de matinal.

“Eso para mí fue súper heavy, porque la parvularia que estaba a cargo me hizo comer eso. Yo todavía tengo recuerdos, y hasta el día de hoy, no puedo ver los porotos”, especificó sobre esta agresión.

Captura CHV
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En ese entonces, prefirió ocultar este episodio a su madre. “Yo me quedé callado mucho tiempo y después lo conversé con mi mamá. Como tres o cuatro meses después”, añadió.

“Mi mamá me recuerda que yo todos los días le preguntaba ‘Mamá, ¿qué hay de almuerzo en el jardín?, porque yo no quiero comer porotos’. Ella me decía ‘¿pero por qué si son tan ricos?’, y yo le decía, ‘no quiero, no quiero’. Yo le decía eso, hasta que volvió a ocurrir la situación”, agregó Queraltó.

Captura CHV
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“Esa parvularia me recibía todos los días en la mañana, y recibía a mi mamá con una sonrisa de oreja a oreja, diciéndole lo mejor del mundo de mí. Ella era la misma la que me daba esos platos vomitados”, recordó bastante afectado.

Finalmente, Juan Pablo recuerda que tras contarle a su madre sobre esta agresión, ella fue conversó con la directora del jardín, para iniciar una investigación. Tras corroborar que Queraltó no había sido el único niño agredido, la funcionaria fue despedida.

“Esa es una agresión que te afecta hasta el día de hoy y te marca (…) Tengo 33 años y yo no puedo ver los porotos, porque inmediatamente me hace recordar ese momento. Yo recuerdo dos veces que me ocurrió, pero quizás cuántas veces le ocurrió a otros niños”, concluyó.

Víctima de otras agresiones

En una entrevista con Página 7, el periodista indicó que cuando tenía 8 o 9 años tenía una nana que no me trataba bien. Un día lo llevó de paseo e hizo que se le perdiera toda una bolsa con juguetes.

En este contexto, señaló que en otra oportunidad, una persona que estaba a su cuidado, lo botó por la escalera. “Me dejó una marca en mi cabeza (frente). Fue súper fuerte porque después una vecina llegó a la oficina de mi mamá conmigo envuelto en una toalla de sangre”, recordó.