El miércoles de la semana pasada se vivió un potente capítulo de la exitosa teleserie de Mega, Perdona Nuestros Pecados.
El episodio estuvo marcado por el enfrentamiento entre los hermanos Carlitos (José Antonio Riffo) y Horario (Gabriel Cañas) Möller, luego que Mechita (Soledad Cruz) revelara que este último es el amante de Augusta (Fernanda Ramírez), lo que desató la furia del esposo de la hija de Ángela (Paola Volpato), quien no soportó el engaño.
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Tras la revelación de la terrible verdad, los hermanos se trenzaron en una violenta pelea; escena que sacó aplausos entre los seguidores del drama, quienes destacaron la gran actuación de los artistas.
Es en este marco que Cañas contó detalles de cómo lograron realizar la potente pelea.
“Yo realmente me tiré desde las escaleras y preparé mucho la escena. Igual era una caída de un metro y medio no más, jajajá ¡No es tan terrible!”, manifestó Gabriel al diario Las Últimas Noticias.
De acuerdo al actor, lo más complejo del trabajo fue concentrarse en la pelea y el guion, y darle la interpretación necesaria a éste.
“Lo complicado era bajar de las escaleras corriendo, preparar el combo y saltar al vacío. Y, por supuesto, acordarse del guion y ponerle emoción a la escena en ese momento tan intenso”, confesó.
Respecto a su preparación para la escena, Cañas aseveró que sólo unos minutos antes practicó la caída para que su cuerpo se adecuara y no tener que repetir la toma.
“Alrededor de 30 minutos antes de la escena, estuve tirándome al suelo y preparándome para que mi cuerpo de alguna forma aprendiera a caer correctamente al piso. Tenía que salir todo perfecto en la primera toma, porque la mesa era de plumavit y había sólo una”, señaló.
Pero eso no es todo, pues haciendo gala de su profesionalismo decidió no utilizar un doble, a pesar de que la producción se lo ofreció, y tomó el riesgo de lanzarse por las escaleras para dar mayor dramatismo al violento momento.
“Me ofrecieron un doble, pero no quise. Sentí que era capaz de hacerlo por lo que me enseñó mi profesor de acrobacia, Igor Pacheco, de la escuela de teatro de la Universidad de Chile. Imagínate que la primera clase les pidió a todos los alumnos tirarse de espalda desde un zócalo, de por lo menos unos cuatro metros, sobre una colchoneta. Sin ese entrenamiento no sé si hubiera sido posible saltar desde la escalera y caer arriba de la mesa sin un doble”, comentó.
