Vivi Rodrigues llegó a Chile hace ya prácticamente 15 años con muchos sueños e ilusiones. Tras de ella, en Brasil, quedaba un pasado como modelo de agencia, que hace poco, tras un viaje a ver su familia a la tierra del Axé, reflotó en forma de fotografías, que ella misma compartió en Instagram.
En las imágenes se ve una sesión de fotografías cuando ella era muy joven, recordando que comenzó a modelar a los 16 años, cuando sus jefes en el departamento de inscripciones en la cadena OGlobo le pidieron posar para la sección juvenil; desde entonces no paró.
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Sólo su estatura, 1,63, la privó de desfilar en pasarelas, pero sí se lució en publicidad, catálogos y televisión. Pero de aquella jovencita poco queda y el físico también ha cambiado con los años.
Fue la propia bailarina de 35 años, además de un cirujano plástico, quien evaluó cómo ha evolucionado y cambiado su figura y su rostro con el correr del tiempo en conversación con LUN.
“Era delgadita cuando niña, estoy mejor ahora. De hecho me acomplejaba por ser tan delgada. En Brasil la estética es de mujeres voluptuosas y yo siempre fui menudita”, recuerda la ex Mekano.
De acuerdo al cirujano plástico Roberto Prado, la acumulación de grasa corporal aumenta con el paso de los años, y cada una tiene una zona en particular donde la grasa suele depositarse.
“Si mide y calza lo mismo que en ese entonces es porque a los 16 seguramente su desarrollo hormonal ya había terminado”, agrega el médico sobre la estructura corporal de la bella brasileña, antes de pasar a analizar otras partes de su cuerpo.
De acuerdo a Prado, que Vivi haya comenzado a bailar a los 17 años y que estudiara educación física, ayudó al desarrollo permanente del músculo durante el crecimiento, lo que mejoró con los años la forma de sus brazos y piernas.
“Me gustan mucho más mis piernas ahora porque tienen más músculos y están tonificadas. A esa edad no tenía el trabajo muscular que hoy tiene mi cuerpo, y que me encanta. Los brazos también se engrosaron“, comenta la garota, que cuenta además que se operó el busto en 2004, aumentando de 83 centímetros, que tenía cuando se sacó esas fotografías, a 89.
“No tenía nada de pechugas. Me puse silicona el 2004, no recuerdo cuántos (centímetros cúbicos) pero fue algo pequeño porque solo quería tener un poquito y que diera un efecto natural“, confesó la ex Porto Seguro.
Donde más se nota su transformación es probablemente en la cintura y la cadera. La primera pasó de 60 a 67 centímetros, mientras que el segundo atributo hoy mide 92 y en ese tiempo era sólo de 86, lo que se explica, según el cirujano, porque “la pelvis se ensancha después del embarazo”.
Por otra parte lo que más envidia Vivi de si misma hace ya casi 20 años es su abdomen.
“Me encantaría tener la misma pancita que tenía a los 16, pero con dos embarazos ya no es así”, dice la exmodelo madre de Kali de 3 años y Malie de 1.