Cerca de 20 millones de pesos fueron los que salvó de pagar Eli de Caso, tras una fallida estafa telefónica.
La historia fue así. La asesora del hogar fue quien contestó la llamada, pero al escuchar gritos y llantos le pasó inmediatamente el teĺéfono a la ex animadora de televisión.
Era una mujer joven que le pedía ayuda, y Eli creyó de inmediato que se trataba de Krishna, una de sus hijas. “mamita, mamita, me asaltaron”, gritaba la mujer que supuestamente estaba secuestrada. Luego, un hombre le pide la suma de 20 millones de pesos para liberar a su “hija”.
Lee también: El dramático testimonio de ex “Calle 7″: Vivió día de terror en una favela
Afortunadamente, la capitana Francisca Aros, del departamento OS-9 de Carabineros, señaló a LUN que “la víctima (Eli) y su familia dudaron y tomaron contacto con la hija. Supieron así que estaba en buenas condiciones y no secuestrada”.
El caso fue que mientras Eli trataba con el secuestrador, uno de sus hijos menores contactó a su hermana por otro teléfono y supo que todo estaba bien, por lo que una cosa era segura: su mamá estaba siendo víctima de una estafa telefónica.
Ya más tranquila, Eli optó por seguirle la corriente al tipo para así obtener más datos, consiguiendo un nombre y un número de cuenta corriente, gracias a los cuales pudo ser detenida una mujer en Quilpué, región de Valparaíso.
Cabe señalar que esta estafa se relacionó con otra en la que la víctima sí alcanzó a transferir 22 millones a diversas cuentas bancarias, creyendo que su hija había sido secuestrada.
La locutora de Radio Agricultura comentó el episodio este martes en su prorerama, y aseguró que fue una experiencia aterradora.
“Gracias a Dios me hijo me ayudó. La juventud es más intelifente, más preparada. Fue maraviloso. Sin él hubiera caído. Yo creí que era verdad”, señaló la ex animadora, agregando que en ese momento “la plata no existe…lo único que existe es tu hijo o hija, nada más”.
Cabe señalar que por ese mismo motivo este tipo de estafas es tan recurrente, debido al fuerte impacto emocional que reciben sus víctimas al creer que uno de los suyos está en peligro.
