La última aparición estable de Mariana Marino en televisión fue de la mano de No eres tú, soy yo de Zona Latina, hace unos cincos años, y desde entonces ha estado dedicada a otros quehaceres.
Instructora de pilates y un negocio familiar en Mendoza, Argentina, fueron algunas de las reinvenciones de la exMundos Opuestos, pero ahora se quiso lanzar con su propio emprendimiento junto a una amiga.
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Este martes inauguró Saki Sushi, restaurant que además ofrece preparaciones peruanas, junto a su mejor amiga en Chile. Ambas compraron la franquicia -cuyo dueño es el pololo de su amiga- y están atendiendo en la comuna de Providencia, por ahora solo con delivery y desde la próxima semana con terraza habilitada.
“Me motivé a emprender como parte de un proceso que venía viviendo antes y durante la pandemia. Fue pararme en la vida y preguntarme qué es lo que ha resultado hasta acá (…) Sentí que venía caminando en la vida teniendo resultados, pero jugando un juego bien individual. Y el siguiente nivel era aprender a jugar en equipo. Para mí, este proceso significa aprender a jugar en equipo y por eso lo elegí”, comentó a LUN.
Con este nuevo desafío, Mariana también espera “aprender tener un negocio, una socia, una empresa. Son cosas que no he experimentado y que por ahí requieren experimentarlas porque también tengo un negocio en Argentina pero no estoy presente”.
La actriz también señaló que para que el negocio funcione y la amistad no sufra, tienen una “especie de acuerdo” y que es la comunicación. “Tenemos muy claro que una cosa es la amistad, otra son los negocios y que posiblemente no sea tan fácil conocernos en ese ámbito. Si bien hemos trabajado juntas, nunca ha sido por un bien común, como es por el local de sushi”, agregó.
Un pasado en la TV
Respecto a sus años en televisión, Marino recuerda con especial cariño su paso por Teatro en CHV, donde participó como actriz en varias funciones. “Si me invitas mañana a bailar o a actuar, soy la primera en aceptar. Eso me apasiona mucho y siempre tengo las puertas abiertas para esas posibilidades”, sinceró.
Claro que lo que no recuerda con mucho cariño fueron sus años en la farándula, pues reconoció que “hay que tener una cuota de frialdad para manejar esa situación y no me sentía bien preparada”.
“Nunca fui de sentarme a ver televisión. Entré a un reality y el único que había visto fue el primer Gran Hermano de Argentina (2001)”, señaló, agregando que fue tras su paso por Mundos Opuestos que empezó a prestar atención a este mundo.
Sin embargo, al poco tiempo se dio cuenta que “no quería ser parte de eso” y se fue retirando lentamente de las polémicas faranduleras.



