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Alejandra Valle respondió a críticas de Michael Roldán y Catalina Pulido en La voz de los que sobran, defendiendo su carrera con 22 años en la televisión. La periodista destacó su experiencia en varios medios, enfatizando la importancia del rating y la identificación con el público. Valle reconoció que, pese a mantener amistades, también generó desencuentros en la industria televisiva por no ajustarse a estereotipos físicos.
Ale Valle respondió a las críticas de Michael Roldán y Catalina Pulido durante la emisión del pasado viernes de La voz de los que sobran, espacio que actualmente conduce.
Recordemos que ambos panelistas del programa Sígueme de TV+ cuestionaron el rol de la periodista en el extinto programa Intrusos de La Red.
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"Cuando la Ale Valle asume la conducción de Intrusos, siento que era una de panelista y se transformó en otra como conductora", dijo.
Mientras que Pulido complementó la idea, asegurando la periodista habría tomado una actitud "déspota" en el recordado formato.
Ale Valle responde a los cuestionamientos
En el espacio La voz de los que sobran, la comunicadora abordó el tema y repasó su carrera profesional. "Tengo 50 años. A los 23 empecé a trabajar en medios tradicionales, específicamente en diarios, en páginas web", comenzó relatando.
"Fui editora, dirigí varios equipos, sobre todo de prensa escrita. Y cuando entré a la tele en 2003, hace 22 años, estuve en varios canales, en La Red, Chilevisión, trabajé en TVN, en UCV Televisión, en Mega y en Canal 13", agregó.
"Ustedes comprenderán que después de haber dirigido a varios equipos y haber trabajado con tanta gente, la verdad es que tengo grandes amigas que mantengo desde esa época y también gente que con toda seguridad no me quiere mucho", continuó.
Asimismo, hizo hincapié en que fue muy difícil para ella mantenerse en la televisión. "No es fácil si no corresponde al estereotipo físico que en general tienen las mujeres que aparecen. A mí nunca me interesó tener ese estereotipo físico. De hecho, todo lo contrario (...) Mi pensamiento nunca fue cómodo para la televisión, y avanzar en ese mundo era difícil", indicó.
"Al final es el rating el que te sostiene, la gente que te ve, te aprecia, te escucha y se sentían identificados con una chilena un poco más común, con un color de piel distinto al que generalmente se veía en esos tiempos. En televisión no había mucha gente diversa, no como hoy que hay diversidad", siguió.



